La ‘nueva normalidad’ trae nuevos conceptos y formas de afrontar un mismo sector. El mercado inmobiliario está en plena revolución digital y han sido muchas las compañías que han sucumbido a los encantos de las herramientas digitales, que ofrecen una mayor comodidad a los clientes.
Por otro lado, han nacido nuevas fórmulas en el sector inmobiliario, como Cicerone Real Estate, que se presenta como un nuevo perfil profesional que acompaña al comprador en todo el proceso.
Su fundador, Nacho García-Milla, entiende que esta nueva fórmula acompaña al comprador, no sólo en sus necesidades en relación al activo inmobiliario, sino también en el estilo de vida y necesidades de sus futuros residentes, ofreciéndoles un acompañamiento integral tanto en lo profesional como en lo personal.
García- Milla, creador de este concepto, tiene claro que “hay tantas casas como formas de vivir; que es necesario que ella se adapte a ti, y no al revés” y añade que “Cicerone enseña y explica a otras personas, a las que acompaña y guía, lo que hay de interés en un lugar, población o edificio”.
NUEVA FIGURA
Son tiempos de cambio, y desde Cicerone son conscientes de que existe una demanda de nuevas tipologías de profesionales, especialmente dirigidos al sector del lujo, que sean capaces de aportar nuevos valores añadidos a los procesos comerciales.
Desde la compañía entienden “que los perfiles comerciales dentro del sector necesitaban dar un paso más, generando un tipo de profesional híbrido entre el concepto norteamericano (más personalista) y el europeo (más elitista y basado en la marca).
Dentro del contexto actual, esta es una demanda creciente ya que las personas van a querer un proceso y una atención más personalizada, dando por hecho que tras el confinamiento mundial el concepto de ‘casa’ habrá adquirido “una nueva dimensión desconocida hasta la fecha”.
De forma concreta, Cicerone Real Estate accederá al 100% del producto de una cartera de propiedades concretas. Por lo que se establece como un agente sin una cartera propia, es decir, con “libertad total y en un ámbito de búsqueda ilimitado”, puntualiza García–Milla.
Esta búsqueda define su figura como un rastreador del mercado inmobiliario, que no cesa hasta dar con la vivienda que mejor se adapta a lo que busca el cliente. El proceso inicial, de forma genérica estipula una serie de pasos fundamentales en la metodología de trabajo.
El primero de ellos es que el comprador especifica la vivienda qué busca, presupuesto, zona, calidades y característica. El Cicerone realiza un rastreo de viviendas in situ centrándose en las características que el comprador previamente le haya facilitado y descartando los que no cumplen con todos los requisitos.
Tras esto, realiza una selección de viviendas atendiendo a aspectos legales y técnicos de cada inmueble, y el comprador visita de una forma más ágil, y en un solo día, todos los inmuebles preseleccionados que cumplen con los estándares de calidad especificados.
El Cicerone realiza las comprobaciones con el administrador de la finca, catastro, elaboración de contratos, reforma o decoración. Hasta aquí podría entenderse como un exclusivo servicio inmobiliario. Pero este nuevo concepto va más allá.
SER EL CICERONE DEL PROPIETARIO
El término Cicerone adquiere su dimensión y significado al asumir valores que nada tienen que ver con el activo: “acompañamos a nuestros clientes en la búsqueda y selección de los colegios de sus hijos, analizamos su estilo de vida para identificar las zonas que se adecuan a él, identificamos el comportamiento y necesidades técnicas del núcleo familiar –sea de la tipología que sea– para permitir su desarrollo allí donde esté su residencia…, es decir, entendemos tanto el valor de la propiedad como el comportamiento de todos y cada uno de sus futuros residentes”, detalla Nacho García–Milla.
Estos nuevos valores añadidos permiten una evolución del perfil comercial inmobiliario de alta gama, puesto que Cicerone Real Estate va más allá de un profesional que realiza una compra personalizada para un tercero y, si desea entender y ajustarse tanto a la residencia que busca como al estilo de vida que acompañará la compra (colegios, servicios doméstico, ocio, compras, etc…), debe conocer y enseñar casas pero, además, debe ser quien le muestra la ciudad, le descubre los sitios dónde ir, le da recomendaciones…, es decir, se convierte en su Cicerone.