Los frutos secos son un grupo de alimentos que destacan por la gran cantidad de energía que aportan al organismo. Deberían formar parte de nuestra alimentación diaria si queremos garantizarnos una vida saludable. Dietistas, nutricionistas y expertos de la salud y la alimentación aseguran que consumir diariamente frutos secos aporta multitud de beneficios, además de ayudar a prevenir algunas enfermedades. Entre ellos podemos destacar el anacardo, un fruto seco delicioso que además de su aporte nutricional, puede ser un gran aliado si queremos adelgazar. ¿No te lo crees? La ciencia nos lo explica.
1EL MITO DE LOS FRUTOS SECOS
Pero antes de comenzar a desgranar el milagro de los anacardos, es importante entender por qué hemos colocado a los frutos secos en el grupo de alimentos casi prohibidos. Todo comenzó cuando la industria azucarera elaboró un plan de acción para culpabilizar a las grasas del aumento de los problemas cardiacos. Se sugiere que incluso se llegaron a manipular estudios científicos. Esta demonización de las grasas vino de la mano con una obsesión por el conteo de calorías, de forma que los productos light apareciesen como opciones salvavidas. De esta forma, los frutos secos, altos en calorías y en grasas, pasaron a ser un producto rechazado, hasta tal punto que los consumidores llegaron a considerar más aceptable un paquete de galletas ‘bajas en calorías’, que un puñado de nueces. Y la realidad es que las altas tasas de sobrepeso y obesidad actuales no están provocadas por comer anacardos.