A la mayoría de los autónomos les da cierto miedo pensar en su jubilación, y no es de extrañar si tenemos en cuenta que las pensiones de este colectivo no son muy altas. Esto se debe a que con frecuencia el trabajador por cuenta propia no puede permitirse subir su cuota de cotización. Así que cuando llega el momento de dejar el trabajo, lo que recibe a cambio de lo que ha cotizado es una prestación muy baja.
Aunque se ha criticado mucho la fuerte desigualdad entre autónomos y asalariados en temas de jubilación, lo cierto es que dichas críticas no han servido de nada, puesto que las cosas no han mejorado. Esto implica que el profesional que va llegando a la edad de jubilarse y ve que va a perder mucho poder adquisitivo al pasar a cobrar una pensión pública tiene que buscar alternativas, y entre ellas está la jubilación demorada.
2Una opción de jubilación muy popular entre los autónomos
En las últimas estadísticas sobre población activa hemos podido comprobar que hay unos 200.000 autónomos que ahora mismo siguen de alta en el RETA cuando ya podrían estar jubilados, y parece que se trata de una tendencia creciente. Dado que no nos creemos que estas personas estén trabajando por amor al arte teniendo ya más de 65 años y llevando toda la vida trabajando, está claro que si lo hacen es por una situación de necesidad.
Los autónomos que optan por la jubilación demorada lo hacen básicamente por dos motivos. El primero de ellos es por no tener cotizado el tiempo mínimo exigido para acceder a una pensión contributiva cuando llegan a la edad legal de jubilación. Pero el segundo motivo es el más habitual, y se trata del hecho de no poder acceder a una pensión digna que les permita cubrir sus necesidades básicas.