Ya están aquí: el fin del estado de alarma, el verano y las vacaciones. Los casi 8.000 kilómetros de costa de la península están disponibles para el uso y disfrute de los turistas, nacionales y, próximamente, internacionales. El turismo de playa representa el 15% de la riqueza del país, por lo que es de vital importancia para la economía española. Pero mientras por una parte, un sector de la población sigue teniendo miedo a posibles contagios y prefiere evitar ciertos lugares, la otra ignora el riesgo y retoma la actividad como si jamás se hubiese producido una pandemia. La información y la responsabilidad individual son las claves para poder vivir una ‘nueva normalidad’ sin demasiadas restricciones y sin peligro de contagio.
6QUÉ HACER PARA EVITAR CONTAGIOS
Así pues, para disminuir el riesgo de contagio debemos mantener las mismas medidas de seguridad que hasta ahora trasladadas a las playas y las piscinas: higiene, estornudar y toser en el brazo, distancia de seguridad de 1,5 a 2 metros, y mascarilla cuando corresponda. También hay que vigilar los enseres personales y mantener todas nuestras cosas en nuestro espacio personal. Estas normas son aparentemente sencillas, el problema surge de la relajación de las personas en un entorno vacacional, y por un efecto de imitación que puede hacer que nos olvidemos de que seguimos luchando contra una pandemia mundial y contra un más que probable rebrote. ¡Seamos responsables!