El mercado eléctrico anda patas arriba. En el negocio doméstico, las grandes energéticas han perdido cuota de mercado con respecto a las pequeñas comercializadoras y las reconvertidas petroleras como Repsol. Y resulta que el segmento de pymes e industria ha cogido la misma senda; por eso Endesa ha acelerado su estrategia comercial de captación. Se trata de no retroceder ningún paso cuando acabe la crisis.
En concreto, la compañía presidida por José Bogas ha activado estas últimas semanas una potente campaña de captación en el área corporativa con ofertas de descuento de entre el 50% y el 70%, en el término de potencia o energía. Todo ello para nuevos clientes empresariales que contraten antes de que finalice junio, y con permanencia de un año.
Esta situación se produce en un momento clave para las tres grandes energéticas, la propia Endesa, Iberdrola y Naturgy, donde han tenido que revisar sus estrategias en el negocio doméstico ante una normalización por parte de los usuarios a la hora de cambiar de compañía. Y ahora a nivel corporativo. De hecho, ha sido la propia Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC) la que ha dado la voz de alarma.
En el último informe -tercer trimestre de 2019- sobre supervisión de los comercializadores, advierte de que “las cifras denotan una mayor competencia en los segmentos pyme e industrial en comparación con el segmento doméstico”. Hasta ahora el órgano regulador, que acaba de estrenar presidencia, no se había manifestado en sus informes sobre esta “competencia” en este nicho de negocio, pero ha empezado a ser significativa.
En este sentido, la CNMC hace -incluso- un desglose con las cuotas de mercado de los nuevos actores que ya han conseguido meterse en la fotografía de la tarta. Sobre los datos del Q3 de 2019, y por su cuota de participación en el mercado en los segmentos pyme e industrial, entre los comercializadores independientes destacaron Fenie Energía (cuotas del 3,5% en pyme y del 2,7% en industrial); el Grupo Audax (cuotas del 4,7% en pyme y del 3% en industrial); Aldro Energía (4,4% en pyme y 2,8% en industrial); Holaluz (1,3% en pyme); y Enérgya VM (cuotas del 1,2% en pyme y del 2,1% en industrial). El subtotal de las comercializadoras independientes alcanza el 35,2%.
Es cierto que todavía están lejos de Endesa (25,5% pyme y 21,9% industrial) e Iberdrola (24,4% pyme y 32,7% industrial), pero el hecho de que el regulador ponga en negro sobre blanco la advertencia sobre el impacto que están teniendo, así como su crecimiento continuado en 2019, refleja los motivos por los que la energética azul ha tenido que pasar a la acción en este segmento, a la vez que tiene activadas todas las alarmas en la pare doméstica también.
EL GAS, OTRO PROTAGONISTA
Lo curioso de esta situación es que no solo afecta a los datos de la electricidad. En el consumo de gas corporativo, si cabe, la competencia y la pérdida de poder de las grandes energéticas fue mayor a lo largo de 2019.
En los segmentos pyme e industrial, entre los comercializadores independientes destacaron Aldro Energía y Soluciones (cuotas del 2,3% en pyme y del 0,2% en industrial) y el Grupo Audax (cuotas del 1,8% en pyme y del 0,7% en industrial).
Conviene nombrar también, por sus elevadas cuotas de participación en los segmentos pyme e industrial, a Galp Energía (cuotas del 3,5% en pyme y del 3,8% en industrial).
Y TODO SIN INMUTARSE
Ante esta situación, lo realmente significativo y que debería preocupar a Endesa, Iberdrola o Naturgy, es que las pequeñas y medianas comercializadoras no tienen activadas campañas de marketing en estos momentos.
Fuentes cercanas a dos de estas compañías aseguran a MERCA2 que los cambios que se están dando en las cuotas de mercado son naturales, sin que se haya buscado -ni se estén haciendo- promociones en estos sectores. De hecho, asegura una de estas comercializadoras, el negocio de pyme e industria requiere de estrategias concretas y que, en estos momentos, no se están ejecutando.
Todo lo contrario a lo que hace Endesa en estos momentos, que además coincide con un ciclo económico cambiante debido a la crisis que ha traído el coronavirus. En los próximos meses habrá un gran volumen de pymes que tenga dificultad para afrontar los recibos energéticos, por lo que toda ayuda es poca. De igual modo, las grandes eléctricas sienten una presión mayor en el mercado, y eso obliga a impulsar ciertos aspectos.