El gazpacho es el plato por excelencia del verano y una de las joyas de nuestra dieta mediterránea. Es refrescante, saludable y delicioso, y una forma estupenda de consumir la dosis diaria recomendada de verduras, además en crudo, que es como se mantienen intactas sus propiedades. Además, es muy fácil de preparar, solo necesitamos una batidora, eso sí, no encontrarás dos gazpachos iguales. También es posible adquirirlo ya hecho, ya que son muchas marcas las que ofrecen este producto, incluyendo las marcas blancas de la mayoría de los supermercados. Pero a pesar de todo, una de las dudas principales es, ¿engorda el gazpacho? La respuesta es bastante ambigua: depende.
1ORIGEN DEL GAZPACHO
El origen del gazpacho es bastante incierto y no se sabe con exactitud a qué momento de la historia se podría remontar. Se sabe que en el siglo XVII los campesinos tomaban esta sopa fría y refrescante después de su jornada de trabajo. Por aquel entonces no tenía ese aspecto rojizo-anaranjado, ya que se preparaba con vegetales de todo tipo, pan, ajo y aceite, triturados a mano, nada de robots de cocina. Así que su textura era más bien basta, espesa y grumosa. Con el tiempo se le incorporó el tomate, y se fueron regulando las dosis de pan para obtener un alimento mucho más ligero. Pese a su sencillez y sus ingredientes naturales, existen algunos factores que pueden contribuir a que resulte un plato que llegue a engordar.