Llevamos ya unos meses familiarizados con el uso de la mascarilla, desde que se inició el estado de alarma y se agotaron en las farmacias. Por un tiempo eran un elemento recomendado para quien quisiera reforzar la protección, pero a mediados de marzo, se publicó una orden en el BOE donde quedaba constancia de la obligatoriedad de su uso. Por lo tanto ahora mismo, todos debemos tener al menos una en casa y ponérnosla para salir a la calle, ya que incumplir esta ley conlleva una sanción de 100 euros.
6LLEGAR A CASA Y DEJARLA EN CUALQUIER SITIO
Casi siempre llegamos a casa deseando quitarnos la mascarilla y nada más cerrar la puerta nos la sacamos y la dejamos en cualquier superficie para usarla la próxima vez que salgamos a la calle. Si limpiamos y desinfectamos minuciosamente los muebles de nuestra casa como rutina de prevención, es posible que no se produzca la temida contaminación, pero lo cierto es que lo recomendable es cuidar la mascarilla y guardarla siempre en un sitio seguro para evitar que otra persona la toque, se caiga al suelo, etc. La manera de conservarla, es colocarla en un sobre o una bolsa con cierre hermético.