Llevamos ya unos meses familiarizados con el uso de la mascarilla, desde que se inició el estado de alarma y se agotaron en las farmacias. Por un tiempo eran un elemento recomendado para quien quisiera reforzar la protección, pero a mediados de marzo, se publicó una orden en el BOE donde quedaba constancia de la obligatoriedad de su uso. Por lo tanto ahora mismo, todos debemos tener al menos una en casa y ponérnosla para salir a la calle, ya que incumplir esta ley conlleva una sanción de 100 euros.
5GUARDARLA EN EL BOLSILLO
Otro error grave que se comete, es quitarse la mascarilla y meterla en el bolsillo como si de un pañuelo usado se tratase. Para empezar, los bolsillos son para guardar cosas que hemos tocado con las manos, incluyendo el móvil, uno de los objetos de uso cotidiano que más gérmenes acumula. Así que guardar ahí la mascarilla es la peor idea que se nos puede ocurrir. Por otra parte, para ponerla en un bolsillo necesitamos doblarla o aún peor, arrugarla. Esto hace que se deforme el tejido y pierda su forma correcta y, por supuesto, también favorece la contaminación cruzada, ya que todos los microorganismos pasarán la parte interior de la mascarilla que después estará en contacto con la boca y la nariz. De nuevo, la opción es colocarla en un sobre o una bolsa de plástico y guardarla para después.