Expertos y gobiernos coinciden en que tanto la pandemia como el cambio climático requieren de una respuesta conjunta donde la recuperación económica ponga en el centro a las personas y a la naturaleza. El medio: la tecnología.
El pasado mes de abril tuvo lugar el ‘Diálogo de Petersberg para la Acción Climática’, en el que 30 ministros de numerosos países se reunieron para impulsar la agenda climática internacional. Sin embargo, en esta ocasión había una nueva variable a tener en cuenta: la irrupción del Covid-19 y la crisis humanitaria y económica que ha generado.
La pandemia se ha llevado en tan solo un par de meses a cientos de miles de personas y ha golpeado nuestras economías drásticamente, sin embargo, las consecuencias del cambio climático no serán menores. El Secretario General las Naciones Unidas, António Guterres, señalaba en su intervención que «la demora en la aplicación de medidas climáticas nos costará cada año mucho más en concepto de vidas y medios de subsistencia perdidos, negocios paralizados y economías dañadas. El mayor costo es el de no hacer nada”. Pero no sólo eso, destacó que, para conseguirlo, el mundo cuenta actualmente con dos grandes aliados: la tecnología y la opinión pública.
El confinamiento global de los ciudadanos ha tenido consecuencias beneficiosas inesperadas para el planeta: la drástica reducción de los niveles de contaminación del medio ambiente. Nos muestra una oportunidad de oro para construir un nuevo futuro que tenga en cuenta el medio ambiente. Y la tecnología es, actualmente, la mejor herramienta de la que disponemos para revertir las consecuencias del cambio climático.
En este escenario, Indra ocupa un lugar destacado para ser el aliado tecnológico que necesitan las administraciones y las empresas en su transición hacia la economía verde, dado que actualmente ya ofrece soluciones que contribuyen a frenar el cambio climático. En la era poscovid, Indra puede con su tecnología desempeñar un papel clave en la acción global por el clima atacando desde varios frentes: el transporte, la energía, las ciudades y la protección del planeta y los recursos naturales.
Sus soluciones de Smart Mobility y Transporte Sostenible favorecen una movilidad más sostenible y colaborativa. La tecnología de Indra, implantada en más de 50 países y más de 100 ciudades de todo el mundo, ya ayuda a reducir la huella de carbono y mejorar la calidad del aire: optimiza la gestión del tráfico y del transporte, promueve el uso del transporte público, mejora la fluidez del tráfico, optimiza rutas, reduce los atascos y las emisiones que producen… y se podría ir mucho más allá. Por ejemplo, sus sistemas de ticketing implantados en más de 50 ciudades, podrían reducir el uso de plástico y el papel hasta un 70% con el uso de pago por móvil.
El planeta, con sus recursos naturales y medioambientales, es protegido por parte de Indra desde el espacio y por medio de radares o drones. Desde el espacio, el proyecto Disasters Risk Reduction, liderado por Indra, reduce el impacto de desastres naturales, como sucedió en Palú (Indonesia) después del tsunami, mientras que el programa europeo Copernicus da soporte a ONGs como Cruz Roja Internacional o la ONU en la gestión de estos desastres. El sistema Faedo permite reducir un 40% de los incendios y un 30% el área quemada. Y en un futuro próximo los drones medioambientales permitirán monitorizar la calidad del agua en mares y océanos, detectar derrames de hidrocarburos o ayudar en la extinción de incendios.
La eficiencia energética y la apuesta por las energías renovables y no contaminantes son, igualmente, piezas fundamentales contra el cambio climático. Las soluciones de infraestructuras inteligentes (Smart Grids) de Minsait, la filial de TI de Indra, han logrado, por ejemplo, reducir un 20% las pérdidas de energía en la red de distribución, así como reducir los costes y mejorar la fiabilidad del sistema eléctrico. Y su sistema Onesait Oil&Gas Environment es capaz de detectar en pocos minutos y sin intervención humana pequeños volúmenes de petróleo en la superficie marina.
Si algo nos ha enseñado la crisis del Covid-19 es el enorme impacto que tiene sobre el medioambiente la actividad en las ciudades, que son ya responsables de más del 70% de las emisiones de dióxido de carbono. Onesait Government Cities, la plataforma de gestión integral de las ciudades y territorios inteligentes de Minsait ha conseguido disminuir más del 35% el consumo de agua para riego o el 45% del consumo energético de alumbrado y edificios públicos. Más de 500 millones de personas de 150 municipios en todo el mundo ya están mejorando su calidad de vida gracias a esta plataforma.
LÍDER EN SOSTENIBILIDAD
“Queremos seguir siendo un agente activo en el esfuerzo por reducir el cambio climático, mantenernos como una de las compañías líderes en sostenibilidad a nivel mundial y ser uno de los principales players en una recuperación más sostenible de la economía tras la crisis provocada por la pandemia. Pero además, queremos desarrollar productos y servicios que ayuden a nuestros clientes a ser más sostenibles en su actuación”, explica Manuel Ausaverri, director de Estrategia, Innovación y Sostenibilidad de Indra.
Y es que el compromiso de Indra con el desarrollo sostenible no es algo circunstancial, sino que forma parte de la política y valores de la compañía desde hace tiempo. Durante 14 años consecutivos ha permanecido en el Índice Dow Jones de Sostenibilidad y los cuatro últimos, en el Índice FTSE4Good, además de formar parte del Carbon Disclosure Project (CDP), que evalúa la sostenibilidad ambiental y tiene como objetivo impulsar medidas para evitar el cambio climático.
A finales de 2019, el Consejo de Administración de Indra ha creado también una Comisión de Sostenibilidad. “Estamos reforzando nuestro sistema de gobierno y facilitando la incorporación de criterios de sostenibilidad a la toma de decisiones de la empresa. Además, estamos integrando la sostenibilidad en nuestra estrategia, ya que queremos que sea un elemento que nos diferencie”, explica Ausaverri.