Tras pasar de los 140 caracteres a los 280, la red social del pajarito sigue extendiendo las formas de comunicación entre sus usuarios. Este 17 de junio, Twitter estrenaba una nueva funcionalidad, por la que permite a los tuiteros publicar notas de audio de hasta 140 segundos. Pese a la tristeza de los usuarios de Android, que aún no pueden disfrutar de esta herramienta (solo está disponible para iOS hasta el momento), la actualización ha sido recibida con ganas por parte de la comunidad.
Sin embargo, varios medios ya advierten de un detalle que no debemos pasar por alto respecto a estos audios que nos encontraremos próximamente en la plataforma. Desde hace meses venimos conociendo la difícil lucha de las RRSS por combatir la difusión de noticias falsas, mensajes ofensivos, discursos de odio, etc.
Mientras que para los textos escritos ya existe una práctica de moderación mediante la que, ya sea con inteligencia artificial o personas humanas, se pueden distinguir con cierta rapidez los mensajes que no cumplen con las normativas, hacer lo mismo con archivos de audio puede ser más complicado. Además, Twitter cuenta con un equipo de moderadores más pequeño que el de Facebook, que cuenta con 15.000 empleados dedicados a esto, apunta IANS.
«Twitter tiene muchos menos moderadores humanos que otros gigantes de las redes sociales, por lo que agregar un tipo de contenido tan intensivo en trabajo como moderado parece que podría ir mal», avisan desde Vice US. Hasta que la inteligencia artificial se ponga al día, serán controladores humanos los que se encarguen de revisar este material. Ya que tendrán que escuchar el audio completo para elaborar un juicio, esto llevaría más tiempo que revisar un tuit al uso.
NOTICIAS FALSAS… O GEMIDOS
Twitter aún no ha respondido detalladamente acerca de esta cuestión, entendiendo que la funcionalidad es muy reciente y e incluso aún le queda por llegar a Android. Hay una característica que sí podría favorecer la moderación de los audios. De momento, solo puede enviarse sonido en un tuit original. Es decir, los usuarios no podrán responder a otros tuits con audio, lo que facilitaría el rastreo de las fuentes originales que publiquen estos archivos en la red.
Entrando a un contexto más desenfadado, no es solo la información falsa lo que habrían de temer los usuarios. Los que llevan más tiempo en la plataforma han tenido que experimentar, al menos una vez, una broma pesada que vuelve a correr cada cierto tiempo. A veces, los usuarios comparten un vídeo que promete ser una cosa, pero que cuando se abre, lanza unos gemidos muy altos de una mujer, haciendo parecer que el usuario está consumiendo porno. Muchos se han acordado de este ‘troleo’, y ya parecen resignados a encontrase esto en alguno de los tuits sonoros.