Con el calor del verano comienza a aparecer la temida garrapata. Este parásito que afecta a multitud de animales salvajes y domésticos, como tus mascotas. Pero los animales no son el único objetivo de estos pequeños insectos que chupan sangre para alimentarse, también las personas pueden ser víctimas de su picadura. Y lo peor es que producen enfermedad en algunos casos.
Aunque los más temidos son los mosquitos, que también pueden transferir ciertas enfermedades, las garrapatas están en un segundo plano. Y no deberían, ya que las enfermedades más terribles que producen no son para nada leves…
2Sobre las garrapatas
Las garrapatas son unos pequeños parásitos que pueden aparecer en diferentes colores y tamaños. No siempre son iguales, por lo que deberías aprender a reconocerlos por su cuerpo semi-triangular, su patas y su típica «boca» que es la que clava bajo la piel para chupar la sangre.
Una garrapata es una familia dentro de los ácaros, y son conocidas en el mundo científico como ixodoideos. Se alimentan de sangre, como he dicho, y para ello clavan su cabeza en las zonas donde existen venas del cuerpo de cualquier animal o persona.
Las zonas más típicas donde pueden aparecer estos parásitos son en los pies, en la articulación del reverso de la rodilla, tras las orejas, cuello, o en algunas zonas de los brazos con concentración de venas. Aunque pueden estar en muchos otros sitios.
A diferencia de los mosquitos, que pican y se van, en el caso de la garrapata se necesita una permanencia. Se quedarán absorbiendo sangre durante tiempo. Esta picadura suele ser totalmente indolora, y en ocasiones no te das cuenta de que la tienes si está en un punto poco visible.
Cuando la garrapata chupa suficiente sangre, su aspecto se torna en un color gris y su cuerpo se hincha debido a toda la sangre extraída de su víctima. La cantidad es tal, que si existen muchas de ellas parasitando un mismo cuerpo, podría tener problemas por la sangre perdida. Es lo que le ocurre a algunas mascotas cuando están plagadas de estos parásitos.