Los nuevos hábitos han venido para quedarse y en Zara lo saben. Durante el confinamiento se ha comprado y mucho por internet, solo en abril la venta online de Inditex se disparó en un 95% y el objetivo de la compañía es que en dos años las ventas por este canal supongan más del 25% de las ventas totales.
La estrella del gigante textil, Zara, ha tenido incluso que reforzar su equipo online en la cuarentena. Con las tiendas físicas cerradas y los trabajadores en sus casas sin poder trabajar, la cadena pidió voluntarios para dar apoyo y preparar pedidos a puerta cerrada. Desde mediados de abril, los directores, subdirectores, encargados y gestores de tiendas acudieron al rescate.
Gracias a ello, los empleados de la firma han podido seguir cobrando sus comisiones. Zara optó por no aplicar un ERTE de manera que sus trabajadores han cobrado íntegramente su salario base. En la nómina de abril se hizo una media con las comisiones que se habían generado en tienda entre el 1 el 14 de marzo, cuando aún estaban abiertas. Y en la de mayo, se cogió como referencia la venta online.
Por otra parte, la paga de abril en algunas tiendas por haber superado el objetivo anual se ha prorrateado y trasladado, se cobrará la mitad en julio y la otra mitad en agosto.
LA NUEVA NORMALIDAD
En la nueva normalidad de Zara se están viendo tiendas más vacías, de clientes y de personal, pero tiene una explicación. Las personas de riesgo no están yendo a trabajar (las embarazadas, por ejemplo) el resto de la plantilla se ha incorporado al 100% pero no es tanta como antes de la crisis del covid-19, la mayoría de trabajadores de la firma tienen contratos temporales y se les ha acabado en abril.
Por otra parte, los trabajadores se han incorporado a tienda en dos grupos: A y B, uno va lunes, martes y miércoles de mañana y otro jueves, viernes y sábado de tarde. El horario de los domingos ha cambiado (de 12-20 horas).
A su vez, todos los que tenían pendiente de disfrutar vacaciones de invierno tenían que hacerlo en las dos últimas semanas de mayo. Paralelamente, Inditex les ha ofrecido dos semanas de vacaciones de verano, pero tienen que agotar una de ellas en junio.
PLAN MARCHAMALO
En Madrid, la ausencia de personal en estas primeras semanas de desescalada también se explica por el Plan Marchamalo, parte de los trabajadores de la cadena se ha trasladado a Guadalajara donde Amancio Ortega tiene un gran centro logístico desde el que se gestionan los pedidos online.
El traslado ha sido voluntario y la empresa ha puesto autobuses con varias rutas desde la capital para facilitar el trayecto. La clave ahora es reforzar el online, aunque haya menos personal en tienda. También aquí se han establecido turnos, los que van lunes, martes y miércoles de una semana no vuelven hasta el jueves, viernes y sábado de otra. Pero no se hacen más de 21 horas, aunque cobran su jornada completa.
La situación se prolongará hasta el 21 de junio, al día siguiente todo volverá a la normalidad, pero una semana después llegan las rebajas, y estas desde luego van a ser atípicas.
UNAS REBAJAS MÁS ONLINE
Según explican a MERCA2 fuentes cercanas a la compañía, se prevé que el primer día de rebajas se realicen 700 pedidos online por tienda de Zara en España, cuando el año pasado tuvieron un umbral de no más de 400, por lo que volverán a reforzar el personal online.
Las rebajas de Zara arrancan siempre un día antes por los canales online (App y web) a las 10 de la noche, y ahí empiezan a llegar todos los pedidos a tienda, por ello también se va a reforzar el personal de tienda.
Pero a diferencia de otros años, los contratos serán menos. Ya que el aforo seguirá siendo reducido, los probadores y cajas abrirán unos si y otros no para que haya separación. Y se espera un importante repunte de las ventas en Internet, pues los consumidores siguen siendo precavidos en la tienda física.
En otro orden de cosas, dentro de esta nueva normalidad, los clientes de Zara también se han encontrado personal encargado de vigilar el aforo y de utilizar gel desinfectante de manos cuando se accede. Asimismo, se vigila que no se entre y se salga por la misma puerta, y se higieniza toda la ropa que los clientes devuelven o se prueban por la tienda. Una tarea que está por ver como se organizará durante el periodo de rebajas y los siguientes meses.