Uno de los temas sobre los que más se ha hablado en las últimas semanas es el ingreso mínimo vital. Una ayuda recién aprobada por el Gobierno y que va destinada a aquellas personas que tienen insuficientes recursos económicos. Aunque ha llegado rodeada de una cierta polémica, lo cierto es que la mayoría de la gente se muestra a favor, y es que uno nunca sabe cuándo puede verse en una situación de necesidad.
Al principio todo era incógnitas sobre cómo iba a funcionar este sistema, pero ahora que ya está en marcha está mucho más claro, siendo uno de sus puntos fuertes el hecho de que puedan percibir la ayuda personas que a la vez tengan otros ingresos. Esto es algo a favor de los autónomos, ya que ellos también recibirán la prestación si llegan a necesitarla.
¿Qué es y cómo funciona el ingreso mínimo vital?
La idea de crear una renta de este tipo se viene estudiando desde hace algún tiempo, pero la crisis provocada por el coronavirus ha hecho que las cosas se aceleren. Y es que no podemos perder de vista el hecho de que ya hay muchos economistas y empresarios que advierten que estamos a las puertas de una gran crisis económica y es previsible que haya un número elevado de personas que acaben perdiendo su trabajo.
No es algo excepcional sino una medida que ha llegado para quedarse. El ingreso mínimo vital ha sido perfilado como una pata más del Estado del Bienestar.
La cuantía que se cobra depende de los ingresos por hogar. Mientras que una persona sola cobrará unos 462 euros al mes, una familia de dos adultos y con dos menores a cargo cobrará 1.015 euros al mes.
Requisitos que se deben cumplir para acceder al ingreso mínimo vital
La norma dice que pueden acceder al ingreso mínimo vital aquellas personas que tengan entre 23 (también menores de esta edad que tengan un hijo menor a cargo) y 65 años, siempre que su patrimonio neto no tenga un valor superior a los 100.000 euros.
Se entiende que existe un hogar en situación de vulnerabilidad si los ingresos mensuales son inferiores a 200 euros al mes por persona. En el ámbito familiar con dos adultos es necesario que los ingresos estén por debajo de los 450 euros mensuales de media.
Además, es requisito imprescindible tener residencia legal en España y haberla tenido de forma continuada e ininterrumpida durante al menos el año anterior a efectuar la solicitud.
¿Es compatible esta ayuda con otras prestaciones públicas?
En líneas generales no, ya que el importe de las ayudas o prestaciones públicas suele ser superior a los límites establecidos para poder cobrar el ingreso mínimo vital.
Si una persona está desempleada y cobrando la prestación por desempleo no podrá solicitar la renta básica, pero sí podrá acceder a la misma una vez que haya agotado el resto de prestaciones y subsidios a los que tenga derecho.
Trabajar y cobrar el ingreso mínimo vital
Este ha sido uno de los aspectos más debatidos y lo que diferencia a la renta básica española de otras que hay en nuestro entorno. Una de sus características es que es posible que una persona que esté trabajando como asalariado o autónomo perciba el ingreso mínimo vital si sus ingresos están por debajo de lo señalado anteriormente.
Se amplía así la protección social que se da a los autónomos, aunque de nuevo quedan excluidos los autónomos societarios, como les ocurre con otras ayudas como la tarifa plana.
El hecho de poder compatibilizar la prestación con el trabajo e incluso con el desarrollo de una actividad económica es un rasgo que diferencia a esta ayuda de otras prestaciones y subsidios que ya estaban vigentes en nuestro ordenamiento jurídico.
Se trata de ayudar a personas que, aunque están trabajando y cotizando, no tienen unos ingresos suficientes para poder subsistir por sí mismas. Además, se evita así la “trampa de la pobreza” evitando que alguien tenga que elegir entre un empleo que puede ser más o menos incierto y una prestación vitalicia. Si el beneficiario puede cobrar la ayuda y a la vez trabajar, no se desincentiva la búsqueda de empleo.
La renta básica para personas en situación de desempleo
Como decíamos antes, los desempleados que ya hayan agotado todas las subvenciones a las que puedan acceder pueden pedir la renta básica de inserción y les será concedida si cumplen con la condición de no rebasar el límite de ingresos mensuales.
Aunque hay quien cree que esta renta básica desincentiva la búsqueda de empleo, lo cierto es que el solicitante debe acreditar que está buscando empleo de forma activa si quiere cobrar la prestación. Para ello tiene que estar inscrito en el Servicio Público de Empleo y atender a las directrices que se le propongan desde el mismo, lo que podría implicar seguir un itinerario individualizado y personalizado de inserción.
¿Cuánto tiempo dura esta prestación?
El objetivo de la renta básica es garantizar que todos los ciudadanos tengan unos recursos mínimos que les permitan subsistir. Es una ayuda destinada a personas y hogares que están en situación de necesidad, por eso no se establece un plazo de duración determinada.
Una persona seguirá cobrando esta ayuda hasta que desaparezcan las condiciones que la llevaron a una situación de desequilibrio económico. O bien hasta que cumpla los 65 años, momento en el que podrá acceder a una prestación de jubilación contributiva o no contributiva según corresponda.
Un proceso de solicitud muy sencillo
Uno de los objetivos es que la tramitación de esta ayuda sea lo más rápida y sencilla posible. Todos los trámites burocráticos se van a poder hacer online a través de la Sede Electrónica de la Seguridad Social.
El interesado solo debe acreditar que tiene residencia legal en España y que cumple con los requisitos establecidos en cuando a edad. Por lo demás, será la propia Administración la que haga sus averiguaciones para ver cuál es la situación económica de esa persona.
Una vez que se aprueba la ayuda se producirá un cruce de datos entre la Seguridad Social y Hacienda a fin de comprobar si la persona sigue reuniendo los requisitos para cobrar el ingreso mínimo vital.