La palabra ‘campechano’ ha sido la que más ha definido a Juan Carlos I durante gran parte de su reinado. Prácticamente se ha apropiado del término, si buscamos ‘campechano’ en el diccionario, aparecerá la foto del rey emérito. Ha protagonizado momentos graciosos en los que se ha mostrado cercano al pueblo, sin la distancia y la seriedad que exigen el protocolo, y esto se ha ganado la simpatía de los españoles. La cuestión es que mientras, de puertas para afuera, bromeaba sobre su fractura de cadera, aceptaba las gafas de ‘Caiga quien caiga’ de las manos de Gran Wyoming o lloraba como una magdalena en las olimpiadas del 92, de puertas adentro se dedicaba a hacer tejemanejes corruptos. Y al final el pueblo se ha hartado. ¿Cómo se ha llegado a este punto? Estos son algunos de los hechos que han cabreado a los españoles.
4CUENTAS EN SUIZA
En 2018, los medios de comunicación desvelaron una conversación entre el comisario José Manuel Villarejo y Corinna zu Zayn-Wittgenstein, en la que se mencionaban las cuentas que el monarca tenía en Suiza, y que ocultaba gracias a su primo, que actuó como titular ficticio y testaferro.