Desde que se ha casara con el entonces Príncipe de Asturias la vida de Letizia Ortiz ha dado un giro de 180º. La joven periodista pasó primero a ser Princesa y unos años después Reina, y desde el primer momento ha estado en el ojo del huracán por todo lo que la rodea. Sus estilismos y su comportamiento son analizados al detalle cada vez que hace una aparición pública.
Los cambios físicos en su rostro y su cuerpo son evidentes, pero además la Reina también a cambiado a nivel personal. Son muchos los que dicen que el título se le ha subido a la cabeza y tiene demasiados aires de grandeza. Vamos a ver en qué se basan quienes hacen este tipo de apariciones.
4Problemas con el resto de las consortes europeas

Para quienes siempre están dispuestos a criticarla, Letizia no es el mejor ejemplo de Reina, y siempre la comparan con otras consortes europeas. Quizá esto haya hecho que tenga un cierto complejo de inferioridad que la lleva a comportarse de una forma que es percibida como poco natural y estirada.
Una de las comparativas más hirientes tuvo lugar en 2018. La reina de Bélgica acompañó a su hijo el primer día de clase, y lo hizo andando y con la menor presencia posible de escoltas. El mismo año Letizia también acompañó a sus hijas en su primer día de clase, pero llegaron en coche blindado y con fuertes medidas de seguridad. Además, no hubo ningún tipo de posado a las puertas del colegio.