¿A quién no le ha pasado que no se ha acabado una bolsa de patatas fritas, la ha guardado, y días después estas estaban rancias? Todos hemos sufrido esta decepción por parte de nuestra bolsa de patatas al dejarnos con las ganas de acabarnos nuestro salado snack. Siempre está quien recurre a las pinzas, pero no siempre tienes una a mano, y piensas que con un par de dobleces es suficiente.
Si no quieres tener que volver a descubrir que el contenido de tu bolsa está rancio, estás en el lugar adecuado. Aquí descubrirás la forma más eficiente de cerrar tu bolsa de patatas, y cómo recuperar su estado crujiente del primer día. Aunque claro, si la has cerrado como deberías, esto no tendría por qué pasarte.
4Factores que estropean el contenido de la bolsa
Cerrar mal una bolsa de patatas no es lo único que te puede dejar sin comerlas más tarde. El estado de conservación antes de abrirlas o incluso de comprarlas afecta más de lo que puedes imaginar. Todo empieza en cómo se conservan las bolsas antes de ser abiertas. Es importante dónde están ubicadas y su colocación en el punto de venta, deben estar protegidas de la luz del sol y de otras fuentes de calor.
Una vez hayas comprado una bolsa, el consumidor debe seguir teniendo cuidado si por ejemplo de va de viaje. No debe dejar que esta permanezca mucho tiempo expuesta a los rayos del sol, o a temperaturas excesivamente elevadas. Y es que todo esto son factores que estropearán tus patatas antes de tiempo. Ahora que sabes cómo conservarlas antes y después, además de recuperar su estado crujiente, no dejes que vuelvan a ponerse rancias o blandas.