Desde el universo llegan multitud de señales que son captadas por las diversas antenas que hay en la Tierra. Muchos profesionales se dedican a escuchar esas señales y escrutar todo el espacio exterior en busca de algo extraño. La mayoría de estas «sinfonías» estelares provienen de planetas o estrellas que emiten ciertas ondas de forma periódica cuando son captadas por estas enormes antenas.
Pero algunas señales son misteriosas, verdaderas rarezas que escapan de la comprensión de muchos astrónomos y que podrían tener orígenes muy diversos según las especulaciones de los expertos. Algunas teorías incluso apuntan a posible vida extraterrestre.
3Las antenas: las espías del universo
Existen muchos radiotelescopios que están constantemente analizando el universo en busca de señales, y no solo FRBs. Estas antenas tienen el objetivo de captar ondas de radio emitidas por los cuerpos celestes para así estudiarlos, generar mapas de las galaxias, etc. Como ves, difieren de los telescopios ordinarios (ópticos), que usan imágenes.
El primer radiotelescopio fue creado en 1937, usando una antena de 9 metros construida por Grote Reber en el patio de su casa. Desde entonces, éstos han crecido en número y tamaño, para llegar aún más lejos.
En Europa hay algunos de estos telescopios que captan señales de radio, como el de Effelsberg (Alemania), con unos 100 metros de longitud para su antena. Además, existen también conjuntos compuestos por muchas antenas como LOFAR (LOw Frequency ARray) que está en Europa occidental y que se conforma de 25.000 pequeñas antenas que se distribuyen en cientos de kilómetros.
Seguro que también te suena el proyecto SETI (Search for Extra Terrestrial Intelligence) o búsqueda de inteligencia extraterrestre. Un proyecto que ha sido abandonado en 2020, pero que ha funcionado durante muchos años en búsqueda de señales que tuvieran que ver con vida alienígena.
Ese abandono no significa el fin de la búsqueda, China está tomando ahora el relevo. Para ello ha construido el radiotelescopio más inmenso que existe. Una obra que le ha costado 1200 millones de yuanes, unos 160 millones de euros. Con ello han montado una estructura gigantesca de 500 metros de diámetro con 4450 paneles reflectores (el equivalente a 30 campos de fútbol de superficie).
Éste radiotelescopio será el nuevo «espía» del universo en búsqueda de señales con una sensibilidad mucho mayor que cualquier otro. De hecho, según la agencia estatal de noticias de Xinhua, el telescopio chino ya ha podido captar un conjunto de ondas electromagnéticas de alta calidad que provienen de una estrella a 1351 años luz (unos 12.781.450.000.000.000 km). El objetivo será detectar signos de vida alienígena.