Poner en marcha un negocio no es una tarea fácil. Son muchas las cuestiones que hay que tener en cuenta y que hacen necesario hacer análisis previos como un estudio de mercado o un plan de negocio. Pero además de todo esto, también hay que conocer el Producto Mínimo Viable o MVP según sus siglas en inglés. Un concepto que es imprescindible tener presente.
Con esto lo que pretendemos saber es si el producto o servicio que queremos ofrecer realmente le interesa al mercado. No debemos olvidar que muchas veces lo que hay detrás del fracaso de nuevos negocios es que sencillamente no han sido capaces de darse cuenta de que aquello que ofrecían no tenía interés para los consumidores.
4Conocer a fondo al cliente
El primer paso para crear un Producto Mínimo Viable es conocer bien al público que podría estar interesado en ese producto o servicio, para ello hay que hacer un completo estudio de mercado. Lo bueno es que hoy en día se pueden usar herramientas digitales que facilitan mucho el proceso y permiten obtener y estudiar la información de forma más rápida.
Además del clásico Google Trends para descubrir tendencias en base al volumen de búsquedas asociadas a determinadas palabras, también se puede obtener información directamente de los consumidores a través de la creación de encuestas que ayudarán a obtener datos interesantes como: edad media del consumidor, qué necesidades tiene, qué es lo que le gusta, cuál es su poder adquisitivo, etc.