Hay años que son especialmente buenos e incluso da pena que se acaben, pero con 2020 eso no va a pasar. Trabajadores, autónomos, empresas y hasta estudiantes están deseando arrancar la última hoja del calendario de este año y decirle adiós para siempre, y es que no cabe duda de que el comienzo de los años 20 de este siglo va a quedar marcado por la crisis del coronavirus. La situación ha afectado a todo el mundo, pero muy especialmente a los autónomos, que ahora tienen que afrontar un nuevo trámite, ya que las mutuas están revisando los ceses de actividad.
A mediados del mes de marzo a muchos autónomos no les quedó más remedio que cerrar su negocio. Para que no se quedaran sin recursos se estableció como medida extraordinaria el poder cobrar la prestación por cese de actividad. Y ahora, varios meses después, llega el momento de acreditar que todos aquellos que han cobrado cumplían los requisitos para ello.
4Incompatibilidad de prestaciones

En algunos casos lo que puede ocurrir no es que el autónomo haya intentado defraudar. Puede haber cerrado realmente su negocio, pero si estaba cobrando alguna otra prestación es posible que la prestación por cese de actividad y la que venía cobrando con anterioridad sean incompatibles. Por ejemplo, si se estaba de baja médica en el momento de cerrar el negocio o se recibía una prestación por maternidad.
Si se estaba recibiendo alguna prestación y además se ha solicitado el cese de actividad, lo que se debe tramitar es una renuncia parcial a alguna de las ayudas que se perciben. En caso de que el autónomo no haya solicitad esta renuncia parcial (muchos de ellos no sabían que tenían que hacerlo), tendrá que devolver lo que haya cobrado de más.