Problemas y más problemas con los ERTE. Después de que el Gobierno facilitara a las empresas poder aplicar un Expediente de Regulación Temporal de Empleo “por fuerza mayor” cuando se decretó el estado de alarma, el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) tuvo que enfrentarse a un alud de solicitudes que colapsó por completo a la Administración.
La dirección de Trabajo de las comunidades autónomas y el propio SEPE, que son los encargados de tramitar todo el papeleo, reconocieron en un primer momento que era tal el volumen de expedientes, que estaban saturados.
Hubo quejas desde el principio por la lentitud, pero se intensificaron a los tres meses, pues a mitad de mayo 900.000 trabajadores no habían cobrado la prestación del Estado, según el Consejo General de Gestores Administrativos. Y esto suponía para muchas familias sobrevivir sin ningún ingreso casi 90 días.
NO SE PODÍA CONTACTAR
Las dudas invadían a miles de trabajadores que decidieron acudir a la página web del SEPE a consultar si estaba tramitada su prestación, ver la cantidad o cualquier otra información, pero se encontraban con que en la mayoría de ocasiones daba error.
Lo curioso es que aun perteneciendo a la misma empresa, algunos trabajadores habían cobrado y otros no. Y los que conseguían acceder a la web, encontraban informaciones contradictorias, con cuantías diferentes para unos y otros. Si se quería salir de dudas por teléfono tampoco se podía, porque comunicaba.
Pero el inconveniente está en que un mes después, muchas personas siguen en esta situación. Sin embargo, el Ministerios de Trabajo dice que a cierre de mayo ya se habían reconocido el 98% de las solicitudes y abonado la prestación a 3,7 millones de personas. De manera que solo quedaban pendientes aquellas en las que hubiera que subsanar errores o nuevas prestaciones.
LA BANCA ECHA UN CABLE
En medio de todo este jaleo, sale la banca a echar un cable. Desde el inicio de la crisis sanitaria empezó a colaborar estrechamente con el SEPE para adelantar el pago de las prestaciones de desempleo a los que ya estaban en paro antes de la pandemia.
Y a principios de mayo, las asociaciones bancarias AEB, CECA y UNACC llegaban a un acuerdo con el Gobierno para adelantar también el pago del ERTE a las personas afectadas por la actual crisis sanitaria, sin cobrar comisión. Es decir, aquel que se beneficie de la prestación no tiene que pagar ninguna comisión.
El trato era el siguiente, una vez que el SEPE aprueba la prestación se lo comunica al banco, y este ingresa el dinero directamente a los beneficiarios antes de tiempo para que puedan así hacer frente a sus gastos. Pueden beneficiarse de estos anticipos los trabajadores a los que se les reconozca una prestación o subsidio por desempleo desde el 1 de mayo.
4 MESES DESPUÉS: A PAGAR
Hasta aquí todo bien, pues cobrar unos días antes ha sido un alivio para los trabajadores, pero esta semana El Confidencial adelantaba que los bancos van a tener que reclamar a sus clientes el dinero ya ingresado de las prestaciones de los ERTE por errores en la información que les facilitó el SEPE. Es decir, toca pagar.
El número de personas que han cobrado de más no es mucho, en torno a 30.000, que tendrán que devolver entre 500 y 1.000 euros de media.
En un encuentro este jueves, el presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), José María Roldán, restaba importancia a los errores del SEPE con los datos enviados a las entidades financieras. “Son incidencias normales y menores».
En su opinión, el sector bancario va a trabajar para poner una solución mediante el diálogo con la Administración. En cualquier caso, aseguraba que ninguna entidad le ha trasladado gran preocupación porque entienden que este tipo de incidencias puntuales son normales cuando se habla de «cientos de miles» de operaciones.
Y descartaba que la banca se vaya a plantar en el proceso de abono anticipado de las ayudas por despidos temporales. Entre tanto, unos siguen sin cobrar, otros han cobrado menos y los que han recibido de más tendrán que devolverlo.