Grifols ha iniciado la producción de su inmunoglobulina hiperinmune con anticuerpos específicos contra el virus SARS-CoV-2 a partir del plasma de personas que han superado la enfermedad, tratándose del primer medicamento específico desarrollado para combatir el Covid-19, ha informado en un comunicado.
La multinacional catalana de hemoderivados lidera la producción de esta potencial terapia de inmunización pasiva frente al coronavirus en el marco de la colaboración establecida con el gobierno de Estados Unidos, que incluye la Food and Drug Administration (FDA), los National Institutes of Health (NIH) y la Autoridad de Desarrollo e Investigación Biomédica Avanzada (BARDA), entre otras autoridades sanitarias.
El acuerdo también establece la colaboración en el desarrollo de estudios preclínicos y clínicos necesarios para determinar la eficacia de la terapia, y Grifols ha indicado que está avanzado para establecer colaboraciones en Europa.
La producción de inmunoglobulinas hiperinmune anti-SARS-CoV-2 se está llevando a cabo en la planta de Grifols en Clayton (Estados Unidos), y se prevé que las primeras dosis se obtengan este julio en el marco de un ensayo clínico.
«La experiencia y el conocimiento desarrollado por Grifols a lo largo de su historia en emergencias sanitarias como la del ébola le permiten ser la primera compañía en iniciar la producción de su inmunoglobulina hiperinmune anti-SARS-CoV-2», ha destacado la compañía.
Además, Grifols sigue adelante con su ensayo clínico en España para evaluar la eficacia de la inmunoglobulina intravenosa a altas dosis en la estabilización o mejora de los pacientes clínicos afectados por el Covid-19.
En este caso, además de la acción de los anticuerpos neutralizantes (las proteínas que se unen a los virus e impiden que infecten las células humanas) se busca el efecto inmunomodulador (la modulación de la respuesta inmune) que puede tener la inmunoglobulina como terapia para detener la tormenta de citocinas asociada a algunos pacientes graves de coronavirus.