De unos años a esta parte se escucha hablar con bastante frecuencia de la semana laboral de 4 días. Esto, que para muchos sería un auténtico sueño convertido en realidad, supondría una nueva brecha entre los derechos de los trabajadores asalariados y los derechos de los autónomos, ya que para los profesionales que trabajan por cuenta propia amoldarse a este sistema sería realmente difícil.
Esta idea suena de momento como algo lejano, aunque no son pocas las empresas que después de lo experimentado con el coronavirus se plantean reajustar sus tiempos de trabajo. Quizá en muchos casos no sea viable lo de trabajar cuatro días y librar tres, pero sí se pueden buscar alternativas para combinar el trabajo en la oficina con el trabajo en casa.
2¿Por qué se defiende la semana laboral de 4 días?
Ya nos encontramos con empresas que están haciendo pruebas en este sentido, y a principios de 2020 una empresa española por fin se atrevió con esta modalidad de trabajo. Incluso Mercadona ha tenido implantada una semana laboral de 4 días en sus establecimientos durante la crisis del coronavirus, y parece que todo ha funcionado con normalidad.
Quienes defienden esta nueva organización del tiempo de trabajo destacan que tras hacer pruebas se ha comprobado que la productividad de las empresas no disminuye, incluso suele crecer, ya que los empleados están más descansados y motivados. Eso sí, al trabajarse menos días a la semana las jornadas tienden a ser algo más largas, de unas 10 horas de media.
Este sistema tiene beneficios directos e indirectos para las empresas. Directos porque aumenta la productividad, e indirectos porque al tener que abrir oficinas y establecimientos menos días a la semana se consigue un importante ahorro en luz y climatización, algo que de paso también beneficia al medio ambiente.