Como autónomo puedes trabajar en muchos sectores diferentes desarrollando actividades muy variadas. Pero, con independencia de a lo que te dediques, una parte fundamental de tu actividad será el trato con clientes. Esto puede ser un auténtico placer o convertirse en toda una pesadilla, por eso, conviene que conozcas los perfiles más habituales de consumidor.
Si trabajas por tu cuenta ya sabes que aquello de “el cliente siempre tiene la razón” no es aplicable en todos los casos, puesto que no siempre el consumidor está en lo cierto. Pero como profesional debes saber lidiar con los diferentes tipos de perfiles que pueden tener tus clientes. Esto te permitirá darles la mejor atención posible e incluso solucionar los conflictos de mejor manera en caso de que lleguen a surgir.
1El temor del autónomo: el cliente invasor
Llamamos así a aquel cliente que no tiene ningún respeto por el tiempo personal del profesional, de manera que no le da ningún reparo llamarle a cualquier hora del día o de la noche para hacer consultas o comentar cosas que bien podrían esperar a un momento posterior. Este cliente no entiende horarios, de días libres ni de vacaciones.
La única forma de lidiar con este tipo de personas es marcar muy claramente los límites y mejor si se hace desde el principio. Para empezar, no atender llamadas fuera del horario de trabajo o no contestar correos electrónicos en fin de semana. El cliente que tiene este tipo de personalidad suele creer que el profesional contratado tiene que estar a su disposición 24/7 y hay que ser capaces de transmitirle que no es así.