Seguro que cuando fuiste niño, o no tan niño, jugaste alguna vez al juego de las canicas y ahora al leer esto te recorre un fuerte sentimiento de nostalgia. Recordarás que existían varios juegos clásicos diferentes, y que se usaban las típicas bolas de cristal de colores o también las clásicas bolas de metal que tenían varios nombres populares en según qué región de España. Por lo general, éstas últimas bolas solían ser extraídas de rodamientos mecánicos de muy diversos tamaños (siempre solían gustar más los grandes ¿recuerdas?).
Muchos apostaban las propias canicas para conseguir nuevas unidades, e incluso las intercambiaban en el colegio por otras que no tenían (casi como si fuesen estampitas). Pero sea cual sea el juego al que jugaste, o lo que hicieses con ellas, tal vez no conocías que este juego ha tenido una evolución a lo largo de la historia. ¿Quieres conocer esa evolución?
2Historia de las canicas
Las canicas no tienen un origen conocido, pero es un juego tradicional muy antiguo. Probablemente se remonta al Antiguo Egipto o a la Roma Prescistiana. De hecho, se han encontrado canicas en algunas tumbas de niños egipcios del año 3000 a.C., así como bolas usadas por los niños de Creta para jugar.
Según los historiadores, el Imperio Romano fue quien lo extendió hasta la Edad Media, y de ahí hasta nuestros días.
Las propias canicas han ido evolucionando, desde las primeras que usaban materiales preciosos, hasta otras que simplemente eran huesos de aceituna, avellanas, castañas, piedras redondas, etc. Algunos artesanos también comenzaron a adornarlas para hacerlas más personales, como ahora sucede con los colores de las de vidrio que se usan en la actualidad…