El segundo episodio de ‘La Última Cena’ de este viernes dejó varios momentos icónicos que no han pasado desapercibidos. El nuevo programa de Telecinco, con el que aprovecha el tirón de los formatos culinarios, fue testigo de una épica reyerta entre Lydia Lozano y Mila Ximénez. Pero además, otros momentos protagonizados por Anabel Pantoja, María Patiño o Jorge Javier Vázquez quedaron para la historia.
Antonio Montero y Mila Ximénez fueron los que tuvieron que cocinar en esta ocasión un menú de restaurante, con la ayuda de los chefs Sergi Arola y Begoña Rodrigo. Cuando a Lydia Lozano le llegó el turno de opinar sobre la comida de Mila, se armó el quilombo.
La colaboradora afirmó que el arroz caldoso de perdiz le parecía una «sopa de calcetín», porque estaba demasiado líquida. “No me gusta como está emplatado, está sucio y el agua del arroz parece el líquido de un calcetín sucio”, dijo Lozano.
Las palabras de su compañera de plató le sentaron como una patada en el estómago a Ximénez, que reprendió a Lozano por no tener más tacto. ”Se tiene que hacer la víctima y ser la protagonista siempre. Siempre con el ‘me voy, me voy’, pues cógete el camino y lárgate de una vez”, dijo Mila, después de que Lydia cogiera sus cosas y amenazara con marcharse a su casa. Todo esto ocurre en un momento delicado para Lozano, ya que en las pasadas semanas volvió a resucitar el tema de Ylenia, lo que ha afectado mucho a la colaboradora.
Mila, muy angustiada, no paraba de juzgar la profesionalidad de Lydia: ”Me parece que alguien le debe decir a Lydia que no se puede abandonar un programa. Abandonar la mesa me parece una falta de respeto. Tiene que hacer el numerito siempre”, se quejaba. Pero en un rato, Anabel Pantoja llegó para darle una vuelta imprevista al drama.
3EL ASMR IMPROVISADO DE BELÉN ESTEBAN
Otro momento inolvidable vino cuando Belén Esteban conectaba en directo con Jorge Javier para probar los platos desde su casa. El presentador se dio cuenta de que cuando Belén mordía el pan se escuchaba de forma muy curiosa en el micrófono. Por eso, le pidió que mordiera el pan varias veces, con lo que se partía de risa. Esteban acabó así haciendo un asmr improvisado en directo.