Cuando estás enamorado de tu pareja el mundo es más bonito y cualquier caos que suceda a tu alrededor es mucho más llevadero si estáis juntos. Te acostumbras a levantarte a su lado, a su olor, a sus costumbres y a sus manías. El sexo es increíble cuando la pasión de la pareja entra en juego.
No obstante, la vida da muchas vueltas y lo que hoy es el motor que hace que tu sonrisa aparezca en tu cara, mañana puede ser el responsable de tus peores pesadillas. Los problemas, la rutina, la falta de sexo o dejar de estar enamorado de quien tienes al lado puede hacer que lo vuestro sea una muerte vaticinada y no lo estés viendo.
Hay personas que piensan que una firma en un papel, un anillo o un ‘te quiero’ es para siempre. Lo único constante en esta vida eres tú, el resto son variantes que pueden permanecer más o menos tiempo, pero que finalmente terminan desapareciendo. La pérdida de una pareja a la que amas puede llegar a ser doloroso y frustrante, sobre todo si te ha cogido por sorpresa.
Una separación tiene un tiempo de duelo, para ti es como si te faltase un pedacito de tu alma y eso duele, pero duele de verdad. El desamor puede acarrearte enfermedades y trastornos que seguramente desconozcas.
Trastornos alimenticios por la pareja
Los trastornos alimenticios son muy comunes cuando pierdes a la pareja. Ten en cuenta que el mundo que conocías ha desaparecido. Sentarte a comer te recordará a él, bañarte, lavarte los dientes, todo se te hará un mundo. Cuando te abandona tu pareja, lo último que quieres es alimentarte.
Cuando el cuerpo deja de recibir alimento tira de las grasas que tienes en la reserva y tu organismo puede llegar a entrar en cetosis. Si el organismo entra en cetosis, los efectos secundarios son mareos y dolores de cabeza, mal aliento, micción y sudor con olor fuerte, náuseas, pérdida de calcio, arritmias o pérdida de masa muscular.
Trastornos del sueño
Uno de los primeros trastornos que tienes cuando te deja tu pareja es el sueño. El insomnio o el cambio horario es algo habitual cuando te rompen el corazón. No te apetece ver a nadie, por lo que de día estás en la cama llorando y durmiendo a partes iguales y cuando es de noche no puedes dormir. El insomnio es el peor compañero del desamor.
Si no duermes, tu cabeza no deja de dar vueltas, eres como la niña del Exorcista, pero con peor cara. Todos los momentos buenos que habéis pasado comienzan a desfilar a modo de película de Super 8 antigua por delante de ti, lo que te hace entrar en una espiral de autodestrucción.
Se te rompe el corazón
La típica frase de que ‘tienes el corazón roto‘ no es tan quimérica como crees. Realmente se ha demostrado que, después de estar en una situación fuerte de estrés emocional, puede llegar a suceder una miocardiopatía. Esto es concretamente una lesión que sufre el músculo del corazón. Este daño puede durar desde una semana hasta un mes, o en otras ocasiones provocar la muerte de quien lo padece.
Es triste, pero cuando una pareja lleva toda la vida juntos y uno de los dos ancianos muere, el otro no soporta la pérdida del amor de su vida y fallece también. Así que la próxima vez que escuches la frase de que se tiene el corazón roto ya sabes que textualmente puede suceder.
Dolores físicos
Estar con un desamor es como tener la gripe, pero multiplicado por diez. Cuando te sientes abandonado, tu mundo entero se hunde. Te encuentras mal, te duele todo el cuerpo, notas como si te estuviesen clavando puñales. Echas de menos a tu pareja con toda el alma. El problema es que hay cosas que tienes que asimilar, por mucho que duela.
El dolor que llegas a sentir tras un abandono es como cuando te duele algo físico, la variable es que un dolor de muelas se recuerda vagamente y el dolor que provoca un desengaño amoroso permanece en tu memoria para siempre.
Enganchado a tu pareja
Estar enamorado es la mayor adicción que existe. Según cómo te trate tu pareja así irá tu día. Si se ha acordado de ti y te ha dado las buenas noches dormirás como un bebé. No obstante, si no se ha dado cuenta de que estás pendiente a todos sus movimientos porque tu corazón le pertenece las horas que estés en la cama se harán interminables.
Cuando estás enamorado de tu pareja, un gesto o una caricia romántica hacen que sonrías desde dentro hacia fuera. Sin embargo, cuando sabes que eso no va a volver a suceder es como el drogadicto que no tiene la dosis para que el cuerpo se apacigüe.
Las personas somos animales de costumbres y que nos las quiten de pronto hace que nos desubiquemos y perdamos el norte. Cuando estás con el amor de tu vida, la adicción es placentera, pero si eso desaparece, el síndrome de abstinencia será casi insoportable.
Depresión
La depresión, los ataques de ansiedad y el estrés son trastornos que van unidos en la separación de una pareja. Si estás enamorado de sus besos, de sus labios, de sus caricias o incluso del sexo que teníais, asimilar que no pasará nunca más es difícil.
Si no te conciencias y sales del boquete emocional en el que te encuentras, la depresión puede llevarte a problemas de salud más graves. Hay muchas personas que, al ser abandonados, tienen pensamientos suicidas y creen que su vida ya no tiene sentido. Los ataques de ansiedad y el estrés empiezan a vivir a tu lado y vas cayendo cada vez más en el abismo de la desesperación.
No tienes que pasar por todo esto solo, si te sientes como en alguno de los puntos anteriores ve al médico y pide ayuda. A la mayoría de las personas nos dejan, nos rechazan o nos engañan.
El estar enamorado es bonito, desear a otra persona, aunque esté a muchos kilómetros, te hace volver a sentir vivo. Te hace recordar momentos que creías olvidados y querer volver a repetirlos. Todo sucede por algo, el único problema es que, en el instante en el que tu pareja te abandona, tu mundo se va a pique hasta que otra persona te coge de la mano, te sonríe y vuelve a plantar una nueva semilla en tu corazón.