Aunque arrancó en febrero de 2019, no fue hasta mayo de 2019 cuando definitivamente vio la luz. Una opa sobre DIA que nació viciada, y que incluso llegó a poner contra las cuerdas los propios cimientos de la ley de opas. Su precio fue de 0,67 euros por acción. Un año antes, el propio Mikhail Fridman había pagado 3,73 euros. El valor estaba por los suelos.
LetterOne, el fondo propiedad de Fridman, se agarró a un resquicio de la ley de opas para salirse con la suya. De esa manera mató dos pájaros de un tiro: se rebajó el umbral mínimo de aceptación y no se pagó más a los accionistas. MERCA2 denunció la situación. Y, mientras tanto, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) se cruzó de brazos.
Ha pasado un año desde que Mikhail Fridman lleva las riendas de DIA con el 70% de las acciones. Un camino en el que continúan los números rojos, se presentó un ERE, y se procedió a la expulsión del Ibex 35. “La acción ha perdido más de un 80% debido a sus procesos de reestructuración. Su evolución ha sido castigada por los inversores al presentar desconfianza al respecto en los últimos meses”, señala Diego Morín, analista de IG.
A nivel global, las ventas de DIA han caído un 2,1% en el primer trimestre de 2020 respecto al mismo periodo del año anterior. Y las pérdidas superaron los 142 millones de euros. “Aunque redujo los números rojos en casi un 6%, su deuda neta continúa siendo un elevada”, señala Diego Morín. De hecho, se sitúa por encima de los 1.300 millones.
DIA ha contratado a Goldman Sachs para refinanciar cerca de 300 millones de euros de deuda. El problema para Fridman es que podría alargarse más allá de los siete meses previsto. El objetivo de Goldman Sachs es manejar la situación con los bonistas en el largo plazo.
CIERRES EN TIENDAS DE DIA
Desde que el multimillonario ruso aterrizó el DIA, los movimientos han sido constantes. Su plan de transformación, que se esperaba diera resultados entre 2021 y 2022, se ampliará un año más dada la situación generada por el covid-19. “El equipo directivo de Fridman sigue teniendo un reto importante”, recalca Diego Morín. Y añade: “Es muy pronto para valorar la evolución de la compañía en el segundo trimestre. Podríamos ver alguna modificación de objetivos en base a la evolución que presente el covid-19”.
Stephan DuCharme, el hombre fuerte de Mikhail Fridman, ya es oficialmente presidente ejecutivo de la compañía. Karl-Heinz Holland ha sido sustituido tras un periodo de un año en el cargo. No ha sido el único caído en esta particular batalla. María Miralles, Borja de la Cierva, Ricardo Currás, Antonio Coto, Ana María LLopis… han dicho adiós desde que LetterOne puso su primer pie en DIA.
Otro punto que sigue enquistado es la relación con los proveedores. Porque, lejos de solucionarse, se acentúa. Han empezado a recibir facturas con cargos atípicos que no estaban contemplados en los acuerdos firmados. Por no hablar de la dilación en los pagos, habituales durante los últimos años, y que siguen igual. Otros hechos que denuncian es que están recibiendo cargos indebidos por excusas ficticias, auto-facturas de mercancía no recogida, o incidencias de calidad declaradas de manera unilateral.
La transformación continúa en DIA. En el camino se han quedado 861 tiendas a nivel global (-12,2%). De esa cantidad, 458 pertenecen a España (-10,8%). ¿Tiene margen para seguir reduciendo ese número todavía más? “Es algo que puede realizarse en los próximos meses ya que DIA tiene muchas más tiendas que Mercadona”, señala el analista de IG. Hablamos de 4.200 frente a 1.700. “Desde la aparición de Fridman, el número de tiendas se ha reducido en torno al 11%, y no descartaría que continúen este descenso”, concluye Diego Morín.