A la hora de emprender siempre surge la duda sobre si es mejor hacerlo solo o en compañía. Las dos opciones son viables y tienen sus pros y sus contras, pero lo que tenemos que tener claro es que la persona con la que vamos a trabajar hombro con hombro debe ser alguien de nuestra total confianza. Encontrar un buen socio no es nada fácil, y no siempre la mejor opción es buscarlo en nuestro entorno familiar.
Hay quien piensa que mezclar negocios y familia no es una buena combinación y, sin embargo, también hay grandes ejemplos de empresas familiares que han resultado ser todo un éxito. Para intentar ayudarte en tu decisión vamos a ver las ventajas y las desventajas de asociarte con un miembro de tu familia.
7¿Con o sin familia?
Después de todo lo anterior no podemos negar que tomar la decisión de elegir o no a un familiar como socio es complicado. Si emprendes en familia la experiencia puede ser muy positiva, pero también podría tener consecuencias funestas e incluso podría romper algunos lazos para siempre.
Nuestro consejo es que si decides tener como socio a un familiar habléis bien las cosas desde el principio y fijéis los parámetros en los que se va a basar la relación profesional. Lo mejor es que en el trabajo no actuéis como familia y seáis más objetivos a la hora de analizar vuestra relación. Se trata de potenciar todo lo bueno que puede tener un negocio familiar.
Si tienes dudas, por mucho que confíes en tu familia, lo mejor es que busques un socio fuera de ella. Piensa que, si la cosa va mal, simplemente puedes romper tu relación de negocios con esa persona y ya está, tu vida personal no se verá afectada para nada.