A la hora de emprender siempre surge la duda sobre si es mejor hacerlo solo o en compañía. Las dos opciones son viables y tienen sus pros y sus contras, pero lo que tenemos que tener claro es que la persona con la que vamos a trabajar hombro con hombro debe ser alguien de nuestra total confianza. Encontrar un buen socio no es nada fácil, y no siempre la mejor opción es buscarlo en nuestro entorno familiar.
Hay quien piensa que mezclar negocios y familia no es una buena combinación y, sin embargo, también hay grandes ejemplos de empresas familiares que han resultado ser todo un éxito. Para intentar ayudarte en tu decisión vamos a ver las ventajas y las desventajas de asociarte con un miembro de tu familia.
3Si tu socio es un familiar hay mayor compromiso con la empresa
Está demostrado que aquellos que han emprendido en compañía de un ser querido tienen una vinculación todavía mayor con su negocio y se sienten más responsables de que el mismo salga adelante. Quien emprende solo está comprometido, pero en el fondo solo está poniendo en juego su patrimonio y no el de toda su familia, lo que le quita algo de presión.
Cuando tu socio en el negocio es un familiar todos os estáis jugando el pan, así que suele haber más predisposición a trabajar horas extra e incluso a plantearse nuevas opciones de negocio en lugar de quedarse estancados con los resultados actuales.