A la hora de emprender siempre surge la duda sobre si es mejor hacerlo solo o en compañía. Las dos opciones son viables y tienen sus pros y sus contras, pero lo que tenemos que tener claro es que la persona con la que vamos a trabajar hombro con hombro debe ser alguien de nuestra total confianza. Encontrar un buen socio no es nada fácil, y no siempre la mejor opción es buscarlo en nuestro entorno familiar.
Hay quien piensa que mezclar negocios y familia no es una buena combinación y, sin embargo, también hay grandes ejemplos de empresas familiares que han resultado ser todo un éxito. Para intentar ayudarte en tu decisión vamos a ver las ventajas y las desventajas de asociarte con un miembro de tu familia.
2Trabajar en familia te da más flexibilidad
Si algo bueno tiene trabajar con la familia es que el ambiente siempre es más distendido y más flexible. Si tu socio es un extraño quizá no le haga gracia que llegues todos los días un poco más tarde porque vas a llevar al niño al cole, o no entienda que tienes que salir un poco antes para atender un asunto.
Con la familia esto no te ocurre. Un hermano, un padre, un primo, etc. no te va a poner ninguna pega si entras o sales más tarde. Comprenderá la situación y sabrá que si en algún momento él también necesita esa flexibilidad tampoco va a encontrar ninguna oposición por tu parte.