Que un empresario o un autónomo tengan deudas no es nada extraño. El problema viene cuando el pasivo excede con mucho al activo del negocio y no es posible hacer frente al pago de las obligaciones contraídas. Cuando la situación es extremadamente grave y se ha llegado, o se va a llegar a un estado de insolvencia, la única solución viable es el concurso de acreedores.
Al procedimiento concursal solo pueden acceder empresas y profesionales. A través de él se intenta buscar una solución a la situación de insolvencia que sea lo más justa posible tanto para los acreedores como para el deudor. Vamos a ver en qué consiste exactamente este proceso y cómo debe afrontarlo un autónomo.
2El concurso de acreedores y la morosidad
La morosidad siempre ha sido un problema en España, y muchas veces no es que los autónomos deban dinero por capricho, caen en deudas porque ellos mismos a su vez son acreedores de facturas que nunca llegan a cobrar. De hecho, muchas veces los problemas económicos para estos profesionales no están causados por la falta de trabajo sino por la falta de cobro de sus facturas.
Una de las consecuencias de la morosidad es que los datos sobre concursos de acreedores han aumentado. En 2019 se iniciaron en España un total de 1.384 procesos de este tipo, sin embargo, solo 82 de ellos afectaban a autónomos.