La ensalada es un plato universal que ya elaboraban los persas hace 600 años a. C. y también los egipcios que mezclaban verduras frescas con frutas y verduras. El término ‘ensalada’ proviene del latín, de la expresión ‘herba salata’ que significa ‘hierba salada’, por lo que se deduce que en la roma antigua también tomaban vegetales crudos aderezados con sal. Se trata de un plato con infinitas versiones y combinaciones, por eso tenemos que deshacernos de la idea de que las ensaladas son aburridas o están reservadas para dietas especiales. De hecho, lo recomendable sería tomar al menos una ensalada al día para ajustarnos a las directrices que sugiere el plato de Harvard. ¿No se te ocurren más opciones que la ensalada básica de lechuga y tomate? Pues toma nota de estas ideas.
5RÚCULA Y CALABAZA AL HORNO
Las ensaladas templadas son una experiencia diferente y una opción perfecta cuando no apetece tomar algo frío. Además quedan especialmente sabrosas.
Ingredientes
- 1 calabaza cacahuete pequeña
- 2 puñados de rúcula
- 1 aguacate mediano
- 1 cc de tamari
- 1 cc de tahín blanco
- 1 limón, 2 cc de aceite de oliva
- 1 cc de mostaza fina, sal y pimienta
- semillas de calabaza
- semillas de sésamo
- 3 cc de agua filtrada
Preparación
Pelamos y cortamos la calabaza en dados medianos y los colocamos en una fuente para horno. Salpimentamos y humedecemos con una cucharada de aceite, mezclándolo todo bien. Lo asamos durante 20 minutos en el horno precalentado a 180ºC. Tiene que quedar dorada, así que podemos ir removiendo de vez en cuando para que el tostado sea uniforme por todas las caras. Por otro lado colocamos la rúcula en los platos y repartimos encima el aguacate cortado en dados. A parte exprimimos el limón y añadimos los demás ingredientes. Al final añadiremos agua para que la consistencia sea más líquida y fácil de mezclar en la ensalada. Ahora colocamos los dados de calabaza en los platos y aderezamos con el aliño que hemos preparado.
