La ensalada es un plato universal que ya elaboraban los persas hace 600 años a. C. y también los egipcios que mezclaban verduras frescas con frutas y verduras. El término ‘ensalada’ proviene del latín, de la expresión ‘herba salata’ que significa ‘hierba salada’, por lo que se deduce que en la roma antigua también tomaban vegetales crudos aderezados con sal. Se trata de un plato con infinitas versiones y combinaciones, por eso tenemos que deshacernos de la idea de que las ensaladas son aburridas o están reservadas para dietas especiales. De hecho, lo recomendable sería tomar al menos una ensalada al día para ajustarnos a las directrices que sugiere el plato de Harvard. ¿No se te ocurren más opciones que la ensalada básica de lechuga y tomate? Pues toma nota de estas ideas.
1ENSALADA DE QUINOA
Los ingredientes principales para esta ensalada son: quinoa, kale, alubias y aguacate. Después podemos incorporar otras verduras que nos gusten como tomate, pepino, pimiento crudo, rabanitos, etc. Podemos cocer la quinoa siguiendo las instrucciones del fabricante, o comprarla precocida, que mantiene sus propiedades y se prepara más deprisa. Lo mismo con las alubias. Utilizaremos las que más nos gusten, alubias pintas o blancas. La preparación es sencilla, solamente hay que mezclar la quinoa y las alubias y añadir los demás ingredientes picados en la proporción que más nos guste, procurando que quede bien colorida. Para el aliño recomendamos una vinagreta de mostaza preparada con aceite de oliva (30 gr), mostaza francesa (20 gr.), zumo de lima (10 gr), vinagre de manzana (5 gr) y una pizca de sal. Esta ensalada es muy proteica por lo que puede ser un plato único.