Aunque la ciudad por excelencia de Miguel de Cervantes es Alcalá de Henares, desde la capital de España, Madrid, también se desea rendir un merecido homenaje al creador español más internacional. A partir de esta premisa, podemos encontrar varios monumentos al escritor. Uno de los más conocidos se encuentra en la plaza de las Cortes: una estatua de gran tamaño que representa al autor de El Quijote.
Podemos verlo, orgulloso, retratado vistiendo un elegante traje de su época. Destaca la chaquetilla abotonada, el calzón corto y la rígida gorguera con la que lo hemos visto en innumerables ocasiones. Además, también tiene una espada en su lado izquierdo que representa su carrera militar. Al lado derecho, un rollo de papeles representa su etapa como escritor.
El brazo es el elemento que tapa la capa, cubriendo la parte más vulnerable del «Manco de Lepanto». Esto es lo que vemos, pero aún más interesante es lo que no vemos. Descubre el tesoro que se esconde bajo la estatua de Cervantes en Madrid.
1Así surgió la idea de crear la estatua de Cervantes en Madrid
Debemos trasladarnos a la época de José Bonaparte para llegar al momento en el que se ideó construir una estatua en Madrid a Miguel de Cervantes. Corría el año 1810, pero la estatua no vio la luz hasta el año 1833. Después de un fuerte debate, se decidió ubicar en el barrio de las Letras, cerca del lugar donde residió en la capital.
El artista Antonio Solá fue el encargado de llevar a cabo la obra. Sin embargo, tuvo que lidiar con críticas de personajes de la talla de Espronceda o Zorrilla. Ambos autores consideraban que se trataba de un tributo demasiado pequeño para el escritor.
La estatua, no obstante, contiene todos los elementos para rendirle homenaje. En su base podemos leer: «A Miguel de Cervantes Saavedra, Príncipe de los Ingenios españoles, año de MDCCCXXXV». A los lados, descubrimos dos escenas de El Quijote. En una de ellas, se hace alusión a la aventura de los leones, en la otra, vemos a Sancho y Don Quijote guiados por la Locura.