Las cosas han cambiado mucho en seis meses. El 18 de noviembre del año pasado, Six lanzó una opa sobre BME por algo más de 2.800 millones de euros, a razón de 34 euros por acción. La noticia disparó a las acciones de la compañía en las siguientes jornadas, que pasó de los 25 a los 35 euros.
El sector hablaba entonces de una guerra de opas, la empresa suiza había abierto la veda pero había varios jugadores interesados, entre ellos Deutsche Boerse o Euronext, que ya había tenido conversaciones para hacerse con el parqué de Madrid.
Incluso el consejero delegado de la compañía, Javier Hernani se mostró abierto a recibir más ofertas mientras la tramitación pasaba a la CNMV y el Gobierno, pero era difícil hacer una contraoferta porque el precio ofrecido por Six estaba por encima de la valoración que le otorgaba el consenso de mercado.
Y ENTONCES LLEGA EL COVID…
Entre medias llegaron las fuertes caídas en renta variable y las malas perspectivas económicas por el covid-19. Y con ello se reducía la valoración de la compañía, aunque su acción no se ha visto afectada por el proceso de compra.
Pasaron los días y en medio esta tormenta financiera, el Gobierno autorizó la adquisición del 100% de BME por parte de la gestora de la Bolsa Suiza y dos días más tarde, la CNMV también daba luz verde a la operación.
Entrar en una guerra de opas hubiera sido muy positivo porque incrementaría el precio inicial que lanzó Six Group, y lo sería aún más para el bolsillo del accionista, destaca Sergio Ávila, analista de IG. Pero esto no ocurrió, Euronext se autoexcluyó y los títulos de la empresa dueña de la Bolsa de Madrid apenas se han movido en lo que va de año. Solo arrastra una leve caída del 4% después de que en marzo todos los mercados se hundieran.
AJUSTADA A LA OPA
La cotización «está totalmente ajustada al precio de la opa” explica la analista de Renta 4, Natalia Aguirre, que recomienda a los inversores acudir a ella porque considera que “va a tener éxito”. El precio que paga Six “nos parece generoso y no tiene sentido quedarse con un valor en cartera que podría quedar con escasa liquidez en función del grado de aceptación de la OPA».
En caso de que la aceptación de la opa fuera inferior a lo que piensan los analistas y la acción quedase con suficiente liquidez, habría que analizar sus expectativas en función de la nueva estrategia que desarrollase bajo el control de Six.
En opinión de Aguirre, la empresa va a crecer más con el tirón de Six peo también habrá menor payout, porque la suiza ya ha sugerido que reducirá el porcentaje de beneficios que ha destinado BME históricamente a dividendos.
La empresa que dirige Hernani «es sólida», tiene una rentabilidad por dividendo superior al 4% y si el grupo suizo la rebaja «puede reducir el atractivo después de la OPA», añade el de IG.
LA TASA TOBIN
El analista de XTB, Joaquín Robles, considera que BME ha evitado las caídas que han arrastrado al resto de acciones gracias a la oferta. Y con esta operación, la sociedad gestora española tendrá una mayor representatividad por estar integrada en una compañía aún más grande. Además, podrá aprovechar las mejoras tecnológicas que SIX Group le puede ofrecer.
Pero advierte, aunque en los últimos meses los volúmenes de contratación han aumentado debido a la fuerte volatilidad, BME deberá convivir en adelante con la incertidumbre de saber si finalmente se aplicará la “tasa Tobin”.
Este impuesto sobre las transacciones financieras, que grava con un 0,2% la compraventa de acciones de empresas españolas que posean una capitalización de más de 1.000 millones de euros, se aprobó en febrero, pero aún no se ha aplicado. De llevarse a cabo, “podría reducir su facturación”, como ha ocurrido en las Bolsas donde se han aplicado este tipo de impuesto.
ENTRE TANTO..
Entre tanto y dadas las circunstancias, el periodo de aceptación de la opa se ha extendido desde el 11 de mayo hasta el 5 de junio. Una decisión que ha tomado Six para asegurarse que todos los accionistas tengan el tiempo y los medios para tomar una decisión en el contexto del confinamiento en que se encuentra el país a causa de la pandemia del covid-19.
La oferta está sujeta a la aceptación por un número de acciones que representen el 50% más una de la totalidad de las acciones. Durante el periodo de aceptación, los accionistas pueden vender sus acciones por 32,98 euros en efectivo cada una.
El precio inicial de 34 euros fue ajustado por el importe bruto de un dividendo adicional de 0,60 euros por acción abonado en diciembre de 2019 y por el importe bruto de 0,42 euros por acción que BME ha distribuido recientemente.
También en estos días, JPMorgan ha aumentado su participación en BME en apenas dos meses. Entró a finales de abril, tras aflorar un 5,197% del capital, pero ya se acerca al 6%. En la misma línea, Goldman Sachs entró con una participación del 1,66%. Y BlackRock ha subido su participación hasta cerca del 4%.
JPMorgan se posiciona ahora como el segundo mayor accionista de la empresa, por detrás de Corporación Financiera Alba, que controla un 12,06% del capital de la compañía y ya ha anunciado que ha aceptado la oferta, por lo que se desprenderá de su participación. BME está en cuenta atrás, respaldada or los grandes fondos.