Son pocas las empresas que consiguen aguantar en números verdes en la Bolsa española. En cuanto a revalorización anual, solo dos empresas del Ibex y doce del Mercado Continuo registran subidas. Las empresas del sector de la alimentación como Viscofan, Día, Deoleo o Pescanova son algunas de ellas. Si bien, no se están viendo tan perjudicadas por la crisis del covid-19.
El sector resulta esencial en estos días y puede seguir desarrollando su actividad con total normalidad y esto se está viendo reflejado en su cotización. Sin embargo, Pescanova, que suma ya un 18% este ejercicio se ha visto impulsada también por la reciente compra de Abanca.
En 2009, la antigua Pescanova presentaba el mejor resultado de su historia. Y eso, que era el segundo año de crisis financiera, un año de recesión donde todas las empresas estaban sufriendo. A pesar de la caída del consumo, la gallega consiguió ganar 1.473 millones de euros. Pero las cosas no eran lo que parecían.
SOUSA FALLA
En ese momento, el objetivo del presidente del consejo, Manuel Fernández de Sousa-Faro era convertirse en diez años en un líder global. Todo cambió un par de años más tarde. En 2012 declaró una deuda consolidada de en torno a 1.600 millones en sus cuentas.
Y en marzo de 2013 se acogió al preconcurso de acreedores, que le concedió tres meses para renegociar la deuda con sus acreedores. Pero fue imposible alcanzar un acuerdo en tan poco tiempo, así que el consejo de administración de la empresa solicitó en abril el concurso voluntario de acreedores.
Entre tanto, sus acciones sufrieron un descalabro del 66% y fue suspendida de cotización. Al tiempo que se abrió una investigación sobre un posible abuso de mercado en torno a la cotización.
LA VERDADERA SITUACIÓN
Tras cinco años de investigación, la Audiencia Nacional aclaraba las causas de la insolvencia de Pescanova y a los responsables. Sus administradores, en responsabilidad compartida con los auditores, habrían aprobado una contabilidad maquillada sobre la verdadera situación.
A cierre de 2010, Pescanova declaraba una deuda de 540 millones, pero en realidad era de 2.510 millones. A cierre del 2011, superaba los 2.706 millones. Los administradores, bajo el control del presidente, falsearon la situación contable desde el 2009 hasta 2011, según el juez.
En 2015, la empresa se refundó. Los bancos acreedores (Banco Sabadell, Banco Popular, Abanca, Bankia, BBVA, CaixaBank y UBI Banca) tomaron formalmente el control de Nueva Pescanova. La otra parte quedó en manos del viejo accionariado.
EL PAPEL DE ABANCA
Abanca ha ganado mucho peso desde la refundación del grupo, cuando tenía apenas un 5,4%. Este 2020 ha conseguido eliminar al resto de bancos y alcanzar el 80% de la compañía. Las buenas noticias han sido celebradas por los inversores.
Por ejemplo, el pasado 21 de febrero, cuando la compañía celebró su consejo de administración y tenían que decidir si vendían sus participaciones a Abanca, que había ofrecido 200 millones para alcanzar más del 93% de su capital, las acciones de Pescanova se dispararon un 50%.
Finalmente, el banco gallego tomó el control de Nueva Pescanova el pasado 26 de marzo, tras adquirir un paquete de títulos que hasta ese momento eran del Banco Sabadell y Caixabank. No llegó a su objetivo del 93% pero se quedó con el 80,46% de sus acciones. Los títulos de la pesquera se alzaron otro 45% en Bolsa en esa jornada.
NUEVOS PLANES
El plan de Juan Carlos Escotet para la empresa incluye también reforzar la estructura financiera de la compañía y sus principales ámbitos de actividad corporativa y comercial, para avanzar en la búsqueda de un socio industrial que permita construir un proyecto de valor a largo plazo desde Galicia.
Para ello afianzará mejores prácticas de gobierno corporativo y aplicará mejoras en el ámbito de la gestión, todo ello con el objetivo de fortalecer su posicionamiento competitivo y potenciar su crecimiento.
Cuando se cumplan todos los objetivos, la operación pondrá fin a un proceso desarrollado a lo largo de los últimos años a través del cual Abanca incrementó paulatinamente su participación en el accionariado de Nueva Pescanova.
IMPULSADA POR EL COVID
El incremento en la participación de Abanca sobre Pescanova ha impulsado la cotización de la compañía, ya que además de permitirle aliviar su posición financiera con una inyección de 50 millones de euros, le permitirá realizar un plan estratégico a largo plazo.
Sin embargo, “la principal razón de las recientes subidas es el incremento de sus ventas impulsadas por el confinamiento” explica Joaquín Robles, analista de XTB. Durante los últimos meses las empresas relacionadas con la alimentación han aumentado notablemente sus ventas por el acopio de alimentos.
“Es cierto que Abanca tiene diseñado un plan para reforzar la estructura financiera de la empresa, pero hasta que no empiece a materializarse es complicado que los inversores apuesten por un valor muy castigado y volátil” destaca Sergio Ávila, analista de IG.