La jubilación implica dejar la vida laboral activa y pasar a cobrar una pensión pública cuya cuantía deriva directamente de lo que se haya cotizado en los últimos años. Para la mayoría de las personas retirarse del trabajo supone un cambio radical de vida que esperan con ansia para poder disfrutar al fin de más tiempo libre. Pero en el caso de los autónomos la cosa es un poco más complicada.
Como acabamos de señalar, la cuantía de la pensión está ligada a la cotización, y la inmensa mayoría de los autónomos españoles cotizan por la cuota más baja, lo que implica que en el momento de jubilarse la pensión que van a recibir es también reducida. Sin embargo, esto se puede solucionar si se cotiza más durante los últimos años de trabajo.
2El problema de la cotización a la Seguridad Social
Desde hace más de una década se le viene dando vueltas a la posibilidad de cambiar el sistema de cotización de los autónomos y establecer un modelo más justo que se base en los ingresos reales que obtiene el profesional con su actividad. Pero por el momento sigue sin haber acuerdo en cuanto a este tema y parece que tampoco se va alcanzar una solución a corto plazo.
Mientras tanto, los autónomos tienen que pagar elevadas cuotas de cotización (la más baja supera ya los 280 euros mensuales) y muchos de ellos tienen problemas para disponer de ese dinero cada mes. Esto hace que la mayoría no se quieran arriesgar a subir su cuota de cotización y decidan seguir cotizando por la mínima durante toda su vida laboral a fin de ahorrar costes asociados a su actividad.