Tal vez José Antonio Avilés quisiera plantearse quedarse a vivir en Honduras. El exsuperviviente ya ha empezado a dar la cara frente a la ristra de delitos de los que se le acusa sin haber llegado ni siquiera a España. El supuesto periodista, (que tal y como confirmó este miércoles él mismo, no lo es), fue entrevistado por Jorge Javier Vázquez en un programa especial de Supervivientes, en el que los colaboradores de Mediaset no tuvieron piedad con el exconcursante.
Avilés empezó con buen pié, pero su participación en directo acabó sin dar solución a demasiadas cuestiones. “No he querido ocasionar nunca un daño con mi engaño… He querido ser feliz yo. Parte de ese engaño era egoísmo”, inició el protagonista de la noche, reconociendo que había creado una «vida paralela».
Jorge Javier abrió el melón preguntándole por su supuesto título de periodismo. Avilés reconoció que él no es periodista, y que no asistió a la universidad. Afirmó que su madre no sabía nada de ello, y la engañó diciéndole que estudiaba a distancia. Según cuenta, ahora, tras enterarse de todo, su madre no está pasando un buen momento. “Lo que más me ha afectado es que se llamara cómplice de presunta estafa a mi madre. Les quiero pedir perdón. Perdonarme por convertir mi vida en una vida de fantasía…”, dijo sobre su familia.
Además, el presentador le pidió explicaciones por haber usado su nombre, presuntamente, para hacerse un tratamiento dental: «¿Por qué utilizaste mi nombre en una clínica dental para hacerte un blanqueamiento que era para mí cuando todo el mundo sabe que yo llevo fundas?”, quiso saber Jorge Javier. Avilés negó esta acusación: “No te conocía de nada para saber si tienes fundas o no”.
3MÁS REPROCHES
Otro de los temas de la noche fue el rumor esparcido por Avilés de su presunta aventura amorosa con Antonio Pavón. Varias personas se quejaron de esta noticia falsa que emitió José Antonio, obteniendo por respuesta que se trataba de una «broma». “Yo no he tenido nada con Pavón. Les dije a mis compañeros que había pasado la noche con él en un hotel. Continué la broma de un compañero”, alegó el acusado. Los colaboradores no compartían su versión, asegurando que se lo había contado a mucha gente.
Isabel Rábago le dio el golpe de gracia a Avilés en este asunto, ya que afirmó que este le había contado lo de Pavón durante una pausa publicitaria: «Me dijo que si no me lo creía me enseñaba los mensajes, pero le dije que no necesitaba verlos porque no me lo creía». El veredicto de los colaboradores era claro.
