El 13 de marzo, España anunció el cierre nacional para evitar la propagación del covid-19, dejando abierto solo algunos servicios esenciales, entre ellos las sucursales bancarias. Inicialmente estaba previsto para 15 días, pero no fue hasta el 4 de mayo cuando comenzó un levantamiento gradual de las restricciones.
La actividad económica ha estado parada ocho semanas en el mejor de los casos y el plan prevé que a finales de junio lleguemos a la «nueva normalidad». Pero incluso una vez que se complete la transición «la actividad humana y económica continuará afectada».
Casi todos los expertos coinciden en una profunda recesión en 2020 y la expectativa de un repunte el próximo año. El escenario macro más severo del Banco de España contempla que la economía española podría contraerse en más del 10%, con una recuperación incompleta en 2021.
En este contexto, la banca española presentaba sus cuentas en abril, las correspondientes al primer trimestre del año. Los resultados han sido «sólidos» gracias al impulso de los meses previos al confinamiento (enero y febrero). Y esto demuestra que las entidades deberían ser capaces de aguantar el aumento del riesgo para 2020. Sobre todo, gracias a las provisiones, destaca un informe de Scope Ratings.
LAS PROVISIONES
El informe destaca que los bancos españoles pueden absorber las provisiones fuera de la rentabilidad ordinaria y mantener unos resultados positivos a cierre del año. En concreto, porque los bancos utilizarán sus beneficios para proteger sus niveles de capital, teniendo que se han cancelado los dividendos y las recompras de acciones, a recomendación del BCE.
Las provisiones extraordinarias de la banca española reflejan en gran medida la carga anticipada de las pérdidas crediticias futuras, basadas en peores suposiciones macro y, en algunos casos, como BBVA, una superposición de aprovisionamiento adicional para los sectores y clientes más vulnerables (por ejemplo, exposiciones a petróleo y gas). También incluyeron el efecto de mitigar las medidas de garantía del Gobierno español.
Así, algunos bancos como Unicaja o Sabadell han utilizado los escenarios del BdE para sus provisiones, pero otros como Bankia, Caixabank, BBVA han hecho sus propias proyecciones. Así, BBVA pronostica una disminución del PIB en España de entre 5,5% y 10,5% en 2020, con un repunte del 4,2% al 7,2% en 2021.
EL REPUNTE
El Banco Santander destacó en su conferencia con analistas (tras los resultados), que cualquier repunte económico sería clave para las provisiones en los próximos años.
«Entendemos que ni el Banco de España, ni los bancos esperan un segundo bloqueo este año. Esto será un supuesto crucial para determinar si los bancos seguirán siendo rentables durante el año».
Estas provisiones extraordinarias han reflejado el modelo de negocio de cada banco, aquellos que se enfocan en hipotecas han provisionado menos que los que centran su negocio en las PYMEs y préstamos a empresas.
Sin embargo, la incertidumbre sigue siendo acusada y el riesgo a una contracción económica más profunda se mantiene. Por ello, un repunte del virus y un segundo confinamiento en la segunda mitad de 2020 «profundizaría y alargaría la recesión y probablemente llevaría a aumentos en términos de coste del riesgo».
Además, la calidad de los activos no se ha deteriorado, pero habrá un cambio de tendencia y los problemas crediticios de la banca aparecerán a lo largo del año.