El guacamole es una de las salsas mexicanas por excelencia que ha exportado la cocina mexicana a todo el mundo. Se utiliza sobre todo como condimento en los nachos, aunque su textura y sabor lo hacen idóneo para ejercer de acompañamiento tanto en verduras (especialmente cuando se tratan de crudités) como en carnes y pescados. Esta universalización de la receta ha hecho que surgan innumerables variantes de la receta de guacamole original. Sin embargo, hoy queremos poner el foco precisamente en cómo prerparar guacamole como un auténtico mexicano, con la receta tradicional, para hacerlo fácil y rápido. Una vez que domines la técnica y la práctica para hacer guacamole mexicano, podrás jugar con su receta todo lo que gustes y dar un toque diferente a tus platos.
Ojo, porque este tipo de salsas tienen una gran cantidad de calorías (aunque sea de las buenas). La base del guacamole es el aguacate, y este contienen entre 15 y 20 gramos de grasa por cada 100 gramos. De ahí que tenga ese punto de untuosidad que lo hace ideal para hacer crema de aguacate como mantequilla (más saludable que esta) para los desayunos. Es importante resaltar que en la receta mexicana de guacamole hay cilantro. No a todo el mundo le gusta el sabor de esta especie (en España, por ejemplo, no es muy consumida), por lo que se suele eliminar. Nosotros os mostramos la receta original para preparar guacamole casero (¡con videoreceta incluida!)
6LA SAL Y EL CHILE, LOS ELEMENTOS MÁS OLVIDADO EN LA VERSIÓN CASERA
Más allá del debate entre el limón sí o limón no (recuerda, solo cuando va a estar más tiempo en la nevera o no se va a poder terminar todo y no queremos que se estropee), hay un ingrediente que se suele olvidar: la sal. Al igual que en reposteria, es necesaria. La mayoría de los guacamoles que se venden ya preparados, además de mucho ácido para su conservación, presentan un toque muy sabroso. Tampoco es bueno pasarse con la sal, ya que enmascara el auténtico sabor del aguacate.
Por otra parte, en México siempre se utiliza chile para hacer el guacamole. Es el elemento que le da ese punto picante que tanto nos gusta cuando vamos a un restaurante 100% mexicano. Se añade, como la sal, al gusto del consumidor.