La siesta es un lujo que todos quieren disfrutar y que todos deberíamos dormir con la mayor frecuencia posible. Porque echarse una cabezadita después de comer está lleno de beneficios. Los beneficios de la siesta son infinitos. Informes emitidos por la Universidad de Berkeley señalan que el sueño diurno mejora el funcionamiento cardíaco y reduce la hipertensión.
Pero, ¿existe la siesta perfecta? sí, pero con ciertos requisitos imprescindibles para que se cumpla. Factores tan importantes como el momento en el que la realizamos, la duración o el lugar de la misma. Aquí te dejamos 8 trucos para conseguir la siesta perfecta.
88. LA SIESTA 6 H DESPUÉS DE HABERNOS DESPERTADO
Según la doctora Mednick “este es el momento en que disminuye el ritmo circadiano y aumenta la sensación de somnolencia«. Más o menos después de la hora de comer, pasadas unas horas desde que salimos de la cama, empezamos a notar una disminución de la temperatura corporal y cómo nuestros procesamientos cognitivos piden a gritos un momento de descanso. Si puedes, no lo dudes: ese es el momento perfecto para echarte la siesta.