La siesta es un lujo que todos quieren disfrutar y que todos deberíamos dormir con la mayor frecuencia posible. Porque echarse una cabezadita después de comer está lleno de beneficios. Los beneficios de la siesta son infinitos. Informes emitidos por la Universidad de Berkeley señalan que el sueño diurno mejora el funcionamiento cardíaco y reduce la hipertensión.
Pero, ¿existe la siesta perfecta? sí, pero con ciertos requisitos imprescindibles para que se cumpla. Factores tan importantes como el momento en el que la realizamos, la duración o el lugar de la misma. Aquí te dejamos 8 trucos para conseguir la siesta perfecta.
55. TUMBARSE NO ES OPCIÓN, ES UNA OBLIGACIÓN
No se trata de ponerse el pijama y meterse en la cama, pero sí de aproximarse a ese escenario. Porque la siesta debe dormirse tumbado, que es la posición natural del sueño. Nada de aprovechar las cabezaditas cuando estamos en el sofá viendo la tele. De hecho es el doble de difícil conciliar el sueño en una posición que no sea tumbado.
Diferentes estudios señalan que tardamos un 50% más de tiempo en conciliar el sueño cuando estamos sentados y eso explica que nos resulte tan complicado cabecear en trenes y aviones.