Diez países: China, Francia, Alemania, Italia, Irán, Corea del Sur, España, Suiza, Reino Unido y Estados Unidos. En ellos, se han recopilado diferentes datos en hospitales y clínicas. Coordinados por la Universidad de Northwestern, se ha llegado a la siguiente conclusión: hay una fuerte relación entre la deficiencia de vitamina D y las tasas de mortalidad ocasionada por el coronavirus. Dicho de otra manera, la vitamina D podría ser su particular salvavidas.
Este hecho ha sido todavía más visible en países como España, Italia y Reino Unido. Los expertos han llegado a la conclusión de que aquellos que no tuvieron una afectación más grave contaban con altos niveles de vitamina D.
La vitamina D es un jugador esencial para que los mecanismos del sistema inmunitario se pongan en juego y hagan su labor. Eso se debe a que tiene propiedades antiinflamatorias e inmunorreguladoras. El cuerpo produce la vitamina D cuando se expone al sol. También hay productos que son ricos en vitamina D.
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Pero no todas. Ya sabemos que las hay muy venenosas. Sin embargo, aquellas que podemos adquirir en el supermercado son una rica fuente de vitamina D. Como también lo son los champiñones. Gracias a la rica dieta Mediterránea, podemos hacerlas de mil maneras, y con otras tantas variantes, para acompañar cualquier plato.
A modo de curiosidad, hay quien dice que, antes de cocinarlas, es recomendable ponerlas un momento al sol. Y no lo dice cualquiera. Es la Universidad de Boston, en Estados Unidos, la que hizo un estudio que demostró un hecho sorprendente. Aunque los champiñones estén recolectados, siguen transformando los rayos ultravioleta del sol en vitamina D.
