El SARS-CoV-2 ha revelado la incapacidad de los gobiernos para hacer frente a una pandemia, y ha puesto de manifiesto que muchos escenarios que no eran más que hipótesis en boca de los científicos y expertos, ahora se han hecho realidad. Si se hubiese atendido a esos profesionales y se les hubiera dotado de mayor presupuesto, quizás ahora no estaríamos lamentando tantas muertes, ni necesitaríamos mascarillas, confinamiento, geles o toallitas desinfectantes…
Cada vez se conocen más cosas sobre la nueva vertiente de este coronavirus, y también formas de actuar mejor para evitar contagios. Se está trabajando de forma intensa para buscar nuevos medicamentos y vacunas, y las personas deben aprender a convivir con esta situación y usar todas las herramientas a su alcance para frenar la curva de la que tanto se habla ahora. Pero esas herramientas se deben usar de forma correcta o no servirán para nada.
