Hace un par de meses la mayoría de los españoles jamás se había puesto una mascarilla. Era un elemento que asociábamos al personal sanitario, a la población oriental y a determinadas profesiones. Nunca habíamos imaginado que una pandemia nos iba a obligar a utilizar este tipo de protección en nuestro día a día. A pesar de que últimamente las mascarillas forman parte de nuestra vida cotidiana, aún no tenemos del todo claro cuantos modelos hay, cuáles se reutilizan o como deben limpiarse. Existen tres tipos diferentes de mascarillas: higiénicas, quirúrgicas y de filtrado o de alta eficacia. Dentro de estos tipos hay varias categorías. A continuación te detallamos las características de cada una de ellas.
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Son las que ofrecen mayor eficacia con un 98% de filtración mínima y 2% de fuga hacia el exterior. Se utilizan en profesiones en las que hay exposición a aerosoles y en el sector médico, son las que deben emplear los sanitarios que trabajan en las UCIs y se encargan de hacer extubaciones u otras tareas que exijan un contacto muy directo con los pacientes. Se desinfectan de la misma forma que las FFP2: calentándolas a más de 56º durante 30 minutos para desactivar el virus, al vapor sobre agua hirviendo durante 10 minutos o utilizando los productos de laboratorio recomendados para ello.
