¿Te imaginas una película que pudiera cambiar sobre la marcha? ¿Una película que puedas alterar con solo pensarlo? Pues deja de imaginar, porque la película que puedes controlar con tu mente ya está aquí. Es una realidad y se llama The moment. Toda una revolución en la industria del cine que podrían cambiar el mundo audiovisual del futuro próximo si otros se animan con cosas similares a ésta.
En el mundo del videojuego ya es bastante habitual que no se tenga una línea temporal definida, ni un final determinado. Esto era lo habitual en los videojuegos del pasado, pero ahora algunos títulos están implementando sistemas mucho más abiertos. Es el propio jugador el que puede alterar el final según las decisiones que tome. Algo así ha planteado este cortometraje The Moment.
3Tecnología (interfaz cerebro-máquina)
La tecnología en la que se basa The Moment no es nada sencilla. Consiste en el uso de interfaces cerebro-mente que aún están en desarrollo y que les queda aún mucho por mejorar. No obstante, en el caso de la película basta con un dispositivo simple que simplemente sea capaz de detectar cambios en la actividad eléctrica del cerebro de la persona que tiene el casco puesto mientras ve la película.
Ramchurn ha pasado años experimentando con cortos, documentales y vídeos musicales hasta llegar a lo que ha representado The Moment. Intentaba buscar las nuevas tecnologías acordes para su trabajo, y en 2013 llegó a conocer el casco NeuroSky, con el que comenzó a jugar y probar algunas de las cosas que le han llevado a este trabajo.
Finalmente decidiría hacer su primera película con control mental entre 2014 y 2015, y cuyo nombre es The Desadvantages of Time Travel. Pero no ha sido hasta la llegada de The Moment cuando se ha hecho más famoso, ya que se trata de un resultado mucho más abstracto y que alterna escenas entre la realidad del personaje principal y el mundo de los sueños.
Además, The Desadvantages of Times Travel tenía algunos errores de base. Ramchurn detectó que ocurrían demasiadas cosas, y aún le faltaba algo de experiencia con el casco para que todo terminase de encajar perfectamente.
Básicamente, lo que ocurre con el casco es que monitoriza la actividad eléctrica del cerebro del espectador y también el pestañeo. Eso hace que se sepa cuándo hacer un corte entre escenas. También se analiza la atención que está mostrando y el nivel de observación midiendo las ondas cerebrales que emite. Eso hace que se determine cuando se cambia entre escenas de fantasía y la vida real.
The Moment dejó a un lado la monitorización del pestañeo y se centró simplemente en la actividad del cerebro gracias a los sensores de la actividad cerebral que puede detectar el casco, y el resultado fue más fluido…