Las bebidas energéticas se han puesto de moda y son un reclamo para aquellos que necesitan una recuperación rápida tras un esfuerzo, evitar el sueño, mitigar una resaca o conseguir esa energía extra para poder afrontar un día o una noche de trabajo o de diversión. Pero no nos damos cuenta que la naturaleza es sabia y no necesita de aditamentos como la vitamina B12 y menos aún de mezclar componentes que, al contrario de lo que creemos o nos venden, resultan contraproducentes. Mezclar refrescos y alcohol no es bueno.
Tampoco la mezcla de alcohol y bebidas carbonatadas son la mejor opción, si es que hay alguna buena. El consumo de alcohol, salvo la ingesta moderada de cerveza o vinos, nunca es bueno para el organismo, pero de tomarlo es mejor solo o con agua y no añadiendo el refresco. Es España es más común que en otros países y todo ello tiene unas razones médicas y unos perjuicios.
1Riesgos de mezclar alcohol con bebidas energéticas
Muchos consumidores de alcohol, sobre todo entre los más jóvenes, han empezado a optar por mezclar el alcohol con bebidas energéticas, pensando que así los efectos de uno se compensan con los del otro. Efectivamente, los efectos depresivos del alcohol contrastan con los efectos estimulantes de este tipo de bebidas, gracias a sustancias como la cafeína. Pero esta situación no hará sino hacernos ingerir mayores cantidades de alcohol y a la vez más bebida energética con mayores dosis no recomendadas de las sustancias que incluyen, entrando en un círculo vicioso que no hará sino perjudicar aún más al hígado e incluso al sistema cardiovascular, por ejemplo acelerando el ritmo cardíaco a niveles peligrosos.