La amoxicilina es un antibiótico que elimina bacterias y microbios. Lo receta el médico cuando se detecta una infección en el cuerpo para acabar con ella, sobre todo cuando se diagnostica sinusitis, otitis, amigdalitis o neumonías.
Pero también se usa para tratar infecciones de orina, de piel o incluso de dientes. Lo que hace el antibiótico es impedir que esas bacterias formen una cobertura externa para protegerse de los fármacos. Pero es importante recordar que no se debe utilizar a la ligera, sobre todo en caso de resfriados y catarros comunes, como erróneamente hacen algunas personas.
La amoxicilina es buena, de hecho, es el tratamiento más recomendado para las embarazadas y también se ha incluido en la lista de medicamentos esenciales para la gestión de la crisis sanitaria del covid-19. Pero hay que tener en cuenta algunos de sus efectos secundarios y en qué casos, tomarla es un riesgo.
3ES IMPORTANTE CUMPLIR
Los sanitarios también alertan de la importancia de no tomar el antibiótico a la hora que corresponde, esto puede provocar que la infección se extienda de nuevo. Por ello se recomienda tomarlo a la misma hora todos los días.
Así mismo, explican que no es necesario tomar amoxicilina acompañada de un protector de estómago como el omeprazol. Pero si es importante saber que la amoxicilina, al igual que otros antibióticos, disminuye la eficacia de los anticonceptivos orales, ocasionado un posible riesgo de embarazo.
Finalmente, hay que recordad que la amoxicilina es uno de los antibióticos que se ven perjudicados por el consumo simultáneo de bebidas alcohólicas. Por ello, hay que extremar las precauciones.