jueves, 21 noviembre 2024

El drama de las bodegas: no resisten al cierre de la hostelería

El cierre de bares, restaurantes y hoteles ha lastrado las ventas de las bodegas españolas a niveles peligrosos. Se estiman pérdidas que pueden oscilar entre el 20% y el 40% en 2020 por el fuerte impacto del covid-19 en el canal Horeca. La reapertura de la hostelería es crucial para el sector vitivinícola, al ser su principal mercado. «Nos va la vida en ello», asegura José Luis Benítez, director general de la Federación Española del Vino (FEV).

El aumento de las ventas para consumo doméstico no compensa, ni de lejos, la demanda del principal cliente de las bodegas: la hostelería. Pero los establecimientos hosteleros no pueden volver a la actividad de cualquier manera. Las medidas para el retorno deben ser beneficiosas para los empresarios del sector, si no no volverán a abrir. La FEV insta al Gobierno a una apertura lo antes posible, pero exige garantías para la viabilidad de los negocios. Reabrir con sólo un 30% del aforo «no tendría ningún sentido». El Gobierno ampliaba, este fin de semana, al 50% la ocupación máxima de las terrazas desde la Fase 1.

A través de la FEV, las bodegas españolas han recordado que la facturación de vino y sus derivados en el canal Horeca representa casi dos tercios de los ingresos de las bodegas españolas. “El cierre de la hostelería en España es un drama para nuestras bodegas, por lo que la recuperación de la hostelería es vital”, ha reconocido Benítez.

El auge del comercio online no consigue paliar la situación. Pese a que las bodegas han reforzado su ecommerce para tratar de salvar este ejercicio, en la actualidad el canal online supone solo el 1% del negocio. “Por mucho que crezca la venta online seguirá muy por debajo de la caída en el canal Horeca, además el crecimiento del canal de alimentación, no afecta a todas las bodegas por igual, y sigue sin compensar”, ha explicado Benítez.

COSECHA EN VERDE Y DESTILACIÓN DE CRISIS

Ahora mismo, sobre la mesa, se exponen medidas extraordinarias en las que trabajan conjuntamente la FEV y la Interprofesional del Vino, con la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) y con Hostelería de España. Se trata de propuestas, en su mayoría, que dependen de la aprobación de la Comisión Europea, como la cosecha en verde.

A unos 100 días de que comience la vendimia, la cosecha en verde, que supondría una solución para evitar excedentes, en la actualidad contempla la eliminación total de las uvas de la parcela, «por lo que hemos pedido un cambio de reglamento, para conseguir una eliminación parcial para zonas con Denominación de Origen Protegida (DOP)», de tal forma que se pudiera tomar la decisión de reducción de rendimiento pero acogiéndose a una ayuda económica. «El Ministerio de Agricultura lo ve con interés, pero la decisión depende la Comisión Europea» que tendría que asignar una dotación presupuestaria», afirma Benítez.

Como otras medidas voluntarias para las bodegas, se plantea la destilación de crisis -destilación del vino sobrante para otros fines como alcohol etílico- y el almacenamiento temporal para aquellas bodegas que sí están vendiendo, puesto que la caída en ventas, aunque generalizada, no afecta a todas las bodegas por igual.

COMUNICACIÓN, RESTAURACIÓN EXTERIOR Y ENOTURISMO

Habida cuenta de las consecuencias que va a acarrear la irrupción del covid-19, con el que habrá que convivir hasta la llegada de un tratamiento efectivo o vacuna, desde el sector del vino reclaman una «reorientación de las campañas de marketing y comunicación«, comenta el representante del sector. Desde la FEV han transmitido a la Interprofesional del Vino y también al ICEX que «es fundamental poner en valor el canal Horeca y trasladar un mensaje de seguridad a los consumidores».

La idea es «contarle a los consumidores todas las medidas sanitarias y de seguridad que se van a adoptar en todos los establecimientos para que vayan sin miedo«, ha afirmado Benítez, que ha incidido en que «la formación para el personal de este sector es muy importante»

Por otro lado, y con carácter previo a la crisis, desde el ICEX y las citadas entidades del sector se valoraban acciones para potenciar la imagen del vino en el exterior y de actuaciones encaminadas a fomentar la implantación de restaurantes españoles en el extranjero.

Otra de las salidas a la profunda crisis de las bodegas, se encontraría en el turismo nacional. Según el director general de la FEV se trabaja en un plan de reactivación del enoturismo dirigido al Ministerio de Agricultura, con el objetivo de impulsar -cuando las restricciones de movilidad se flexibilicen y se permitan los viajes interprovinciales- las visitas a bodegas. El aislamiento en el medio rural de estas instalaciones aleja el riesgo que implican las concentraciones de personas.

Por calidad, cantidad y prestigio, el matrimonio vino-hostelería, una de la señas de identidad de la marca España, se merece un plan acorde a su peso específico y repercusión en la imagen de nuestro país.


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