sábado, 19 abril 2025

Los secretos que guarda la casa de Picasso en Lavapiés

Pablo Picasso nos ha dado mucho por contar. A través de sus obras, nos muestra una forma de mirar y comprender trazos de vida que él supo plasmar a su realidad. Sin embargo, cuando todavía era un adolescente, Picasso ya mostraba una habilidad impresionante para su edad, decidiendo partir a una temprana edad a la ciudad de Madrid, plantándose en el barrio de Lavapiés.

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Desde entonces, Picasso ya era capaz de pintar gran cantidad de figuras ciñéndose con naturalidad a las normas más conservadoras de la composición académica, por lo que necesitaba una escuela en la que canalizar y pulir de la mejor forma ese arte. Eligió la Academia de Bellas Artes, pero donde dejó parte de sus primeras historias fue en su casa de Lavapiés.

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Picasso dejaba su rastro por Madrid antes de pintar obras en su casa de Lavapiés

Obras Picasso Lavapiés, Madrid

Sin embargo, y pese a que Picasso se había juntado con una persona de la talla de Pepe Isbert, resultaba que tampoco se le pegaba mucho más de aquel joven que iba para actor de renombre, más bien lo contrario.

Y es que el adolescente Picasso no resultó tan buen alumno como Isbert, donde así como pasaba las mañanas en el Museo del Prado, también contemplaba horas y tardes completas admirando los cuadros de El Greco.

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O bien sentado frente a ‘Las Meninas’ de Velázquez. Posteriormente de sus visitas al Museo que más tarde le concedió honores, durante las noches se iba a tomar apuntes en tabernas, botillerías y cafés de aquel Madrid de finales del siglo XIX que abría las 24 horas, y del que Picasso dejaba su rastro más tarde pintando obras en su casa de Lavapiés de todo lo que había visto.


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